Resulta que las pocas o muchas ideas que se están intentando tomar para que el caos fronterizo intervenga lo mínimo en la vida cotidiana de nuestra ciudad las está tomando la Ciudad Autónoma, porque lo que es la Administración General del Estado, brilla por su ausencia. Resulta que cuando el Gobierno propuso hace más de un año y medio la construcción de zonas de embolsamiento para los vehículos pateras, muchos se llevaron las manos a la cabeza y dijeron que eran imposible. Al final, tuvieron que dar su brazo a torcer y ahí tenemos el embolsamiento (otra cosas es que parezca la obra del Escorial). Ahora, resulta que se está buscando la solución de crear una explanada donde, ahora mismo, se encuentran las naves de la comunidad de propietarios del Tarajal 1. Se lleva trabajando varios meses para buscar una fórmula que permita su traslado a otro lugar de Ceuta. Se sabe que será un proceso que tendrá un coste y donde el Estado deberá poner dinero, porque aquí ya no se puede tirar más. Son soluciones para encontrar una salida, mientras se espera que las grandes obras de infraestructura terminen en tres o cuatro años. No hay otras posibilidad, pero nada más que hace ver la diferencia entre una y otra administración.