Echeverría cree que España “debe ser un actor principal en el Estrecho”

El profesor de Relaciones Internacionales del centro asociado de la Universidad Nacional de Estudios a Distancia (UNED) en Ceuta, Carlos Echeverría, ha pronunciado este jueves la última conferencia de las XVIII Jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia, organizadas por la institución y la Comandancia General. Bajo el título ‘Posibles escenarios de futuro’, el profesor ha asegurado que “España debe tener la aspiración de ser el actor principal en el control del Estrecho de Gibraltar”.

“En términos geopolíticos más amplios, los estrechos, que siempre han sido importantes, lo van a ser mucho más, porque las zonas de tránsito comerciales, de flotas navales y de proyección, pueden hacer que sea un rincón del mundo particularmente importante”, ha opinado Echeverría.

El español sería, ha dicho, un liderazgo compartido, “porque hay otros países implicados”, pero ese liderazgo, además, le puede permitir a España controlar el acceso al Mar Mediterráneo -“y a su anexo, que es el Mar Negro”- donde la guerra entre Rusia y Ucrania “va a tener un gran impacto al ser un lugar donde la proyección de las fuerzas navales y de los intereses comerciales seguirá siendo importante”.

En este sentido, el experto de la UNED ha recalcado la importancia de la situación estratégica de Ceuta por mucho que sea el flanco este el que se lleva en estos momentos “toda la atención, todo el interés, todo el compromiso, todas las sensibilidades”. Así, Echeverría ha recordado que Ceuta se ubica en el frente sur, “que es referirse al Magreb y al Sahel, dos subregiones en un proceso delicado”. En este sentido, ha urgido al Estado a “hacer un esfuerzo para que la normalidad, estabilidad y tranquilidad de Ceuta, Melilla y los demás territorios españoles en el norte de África cuenten con estabilidad permanente”.

La paz, “un término generoso”

Respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania en sí, Echeverría ha afirmado que “la paz es un término demasiado generoso para lo que va a ser el día después”. El objetivo, pues, en su opinión, debería ser el de “que ambas partes alcancen acuerdos asumibles” que permitan una paz relativa “o que, al menos, garantice a ellos y a los países más o menos cercanos un período de tranquilidad”. Así, el profesor no vislumbra “un escenario a la antigua usanza de vencedores ni vencidos”, sino, más bien, una mesa de negociaciones sin fecha todavía.

Echeverría ha explicado que, ahora mismo, el escenario de la guerra en términos político-diplomáticos es que se debe considerar, por un lado, la situación interna e internacional de Rusia –y si va a conseguir sus aspiraciones, aunque no esté claro cuáles son, ya que “el fin del conflicto dependerá en buena medida de ello”- y, por el otro, cuál será el futuro de Ucrania respecto a Europa y Occidente, “dado que Europa ha sido su gran valedor”.

“¿Lo seguirá siendo?”, se ha preguntado el experto, para quien la respuesta es “sí, pero probablemente no con la intensidad que le gustaría, porque Rusia ha argumentado que, si ha comenzado esta guerra, es porque Ucrania se acercaba demasiado a Occidente”.

Por tanto, lo que nos encontramos es, ha destacado, “un escenario lleno de incógnitas, pero no de cambios radicales”, dado que, tal como ha repetido, a su parecer “la guerra no se va a resolver en términos clásicos, con un vencedor y un vencido, sino en una mesa de negociaciones en la que cada una de las partes tendrá que conseguir lo máximo posible de sus aspiraciones”.

Entre esas incógnitas, Echeverría se ha referido a dos. En primer lugar, hay que ver cómo va a acabar Rusia “en términos de potencia económica y de liderazgo político”, si bien ha descartado que se vaya a desvincular de Europa en términos energéticos “por mucho que lo quiera la Unión Europea”. Por el otro lado, hay que examinar el futuro de Ucrania, y aquí “lo más probable” –ha opinado- es que renuncie a entrar en la OTAN, pero hay que esperar a ver cómo queda en relación a la UE. A este respecto, Echeverría ha recordado que hay que afrontar la reconstrucción del país en infraestructuras, economía y toda la población que se ha marchado “y no es sencillo que vuelva”.

Satisfacción por las Jornadas

Finalmente, el también director de las Jornadas –que han concluido con una mesa redonda y el arriado de la bandera- ha mostrado su satisfacción con su desarrollo, ya que, según ha dicho, ha reunido a invitados muy variados y con opiniones no necesariamente convergentes. También ha habido tiempo de realizar visitas al Museo de la Legión, al Museo Militar del Castillo del Desnarigado y a la fortaleza de El Hacho el miércoles y al Museo Específico de Regulares y al Archivo Intermedio Militar el jueves.

Además, el evento ha permitido combinar, en el marco de la Comandancia General de Ceuta y el 50 aniversario de la UNED, la dimensión universitaria de las Jornadas con el simbolismo de Ceuta. A su parecer, realizar estas actividades en la ciudad autónoma pueden activar la reflexión debido a su situación estratégica. Echeverría ha recalcado que “no es un ejercicio caprichoso ni baladí, sino que los que somos de aquí sabemos cuán importante es la seguridad internacional, porque estamos en el estrecho de Gibraltar, en la frontera sur de la UE, en un lugar donde muchas potencias ambicionan tener presencia e influencia”. Además, por supuesto, de atraer la atención a una zona “donde hay otros peligros, otros desafíos y otras amenazas que son tan importantes como las que nos estamos encontrando en el flanco este”, ha concluido.