La fiesta por el 90 cumpleaños de la Mutua de Andalucía y Ceuta en el Parador ha comenzado con una charla motivacional del empresario catalán Emilio Duró titulada 'Una vida con sentido'. “Vivís en una ciudad maravillosa, un paraíso”, ha iniciado su intervención el también profesor nacido en Lérida en 1960. El conferenciante ha repasado con humor su vida profesional y personal y ha advertido a los presentes de la necesidad de relativizar lo que comúnmente se entiende como éxito y fracaso, de valorar lo (mucho) que se tiene.
“Todos sufriremos como mínimo cuatro grandes golpes en la vida”, ha alertado tras remarcar que “hay quien pase lo que pase está feliz y quien igualmente, está infeliz”. “No estamos preparados para cambiar un mundo físico de competencia por uno intelectual, pero nos enseñan Matemáticas, Física y Ciencia, pero no alegría, ilusión...”, ha lamentado con humor.
“Hemos matado la esperanza cuando hemos dicho que la vida es solo material... Para mí la vida es el Camino de Santiago”, ha comparado el economista antes de distinguir entre “bienestar y felicidad”. También ha subrayado la importancia del “coeficiente de optimismo” para alcanzar el éxito.
"El solo hecho de nacer es un milagro"
Según su exposición “el solo hecho de nacer es un milagro”, pero “estamos locos y el mundo es un drama”. “La felicidad sería una mala memoria y una buena salud, la vida no está preparada para ser feliz, sino para sobrevivir, y nuestra mente no ve lo positivo sino lo negativo”, ha reflexionado ante los presentes, a quienes ha recordado que hoy vivimos en el mejor contexto posible pese a la ola de “miedo” que se fomenta a diario.
Del poder y el dinero, lo único que engancha “más que la droga”, ha hablado también Duró. “Tened mucho cuidado, que esto no funciona como nos habían dicho y las máquinas nos ganarán, serán mejores que nosotros en números y datos”, ha añadido. “En la vida a todos nos pasa lo mismo, pero no reaccionamos igual. Lo que hay que cambiar es la mirada y es muy difícil: influye la genética”, ha puntualizado.
El amor recibido, la imitación, las condiciones en las que se desarrolla la infancia son factores que influyen. También ha destacado la importancia de “no vivir solo” y “tener una vida social activa”. “La familia y el bar han descubierto en Michigan”, ha ironizado. “En la vida fracasamos por golpes emocionales: yo me arrepentiré toda mi vida de haber visitado con prisa a mi padre con cáncer o no haber visto morir a mi madre porque era un triunfador y tenía que contestar muchos correos electrónicos”, ha confesado.
En un marco en el que “todo es genético o aprendido”, el “experto en éxito” ha denigrado el concepto de “me lo merezco”. “Somos maravillosos alegrando la vida a los demás y unos profesionales jodiendo la nuestra”, ha criticado Duró, un convencido de que el rendimiento, al menos el suyo, depende “del estado de ánimo”, que también se puede trabajar. “Entrenad vuestra mente para ver lo que tenéis y no solo lo que os falta”, ha aconsejado.
“El problema no son las cruces, sino cómo las llevas”, ha hilvanado. “Las emociones se contagian, pero cuatro veces más las positivas que las negativas”, ha animado a los presentes a mandar a los amargados “a Málaga o a Melilla”. “Yo no tengo que motivar nunca a misioneros o a monjas, sino a gente a la que le han bajado las ventas”, ha cuestionado antes de lanzar un mensaje sobre la importancia del “sentido de trascendencia”, de confiar en que “el camino no termina en Santiago”.