Todo cambia con la apertura de la
frontera del Tarajal, que separa Ceuta de
Marruecos. También cambia a pie de calle, en el día a día de los miles de
transfronterizos que cruzaban el paso para trabajar. Muchos de ellos sin tener un reconocimiento laboral legal porque carecían de contrato y, por tanto, no estaban dados de alta en la Seguridad Social. Pero otros muchos sí. ¿Qué sucedió? Que el cierre obligado de la frontera conllevó la suspensión de sus contratos y el aumento de las bajas en la Seguridad Social ya que era ilegal mantener a estas personas cotizando si no hacían sus funciones laborales, con advertencias de sanciones de hasta 10.000 euros. Todas esas personas, en su mayoría mujeres, quedaron con los contratos suspendidos y con la tarjeta que les identificaba como trabajadores transfronterizos caducada. Aunque pudieran recopilar la documentación y enviarla de alguna manera a Ceuta para la renovación, como muchas hicieron, ese trámite quedaba cojo al no poder cumplir con la imposición de la huella. Pues bien. Todo este colectivo, supuestamente, podría cruzar el 31 de mayo pero, ojo, si tienen sus documentos en vigor. Algo inviable para la amplia mayoría salvo menos de 200 personas que sí tienen dicha contratación actualizada. En concreto son 147 según la Delegación del Gobierno. La noticia de que si no se dispone de esa tarjeta en vigor se debe tener un visado especial sólo valido para Ceuta y Melilla conduce a un único destino para obtenerlo y disponer de información: el Consulado de
Tetuán. La Delegación aclaraba ayer que para cruzar el 31 de mayo, en esta segunda fase de apertura de Tarajal, los trabajadores transfronterizos tienen que tener la tarjeta en vigor o el resguardo de su renovación o, como tercera alternativa, acudir al Consulado de España en Tetuán para obtener ese visado, disponiéndose al efecto de un número de teléfono: 212 022 242764. Lo que no se ha dejado claro es qué documentación se tiene que presentar para la obtención de ese visado especial, si el transfronterizo debe aportar un precontrato que garantice que quiere dicho visado para cruzar a Ceuta en donde desempeñará un trabajo. En la comparecencia oficial ofrecida este lunes no se han dado más detalles y al otro lado de la frontera quienes aspiran a volver a prestar sus servicios sobre todo en hogares bajo una contratación regulada se encuentran atrapados en un mar de dudas.