¿Qué sucede cuando en 48 horas la mala suerte te persigue, te acosa y te busca por todos los sitios para darte caza?
Cuando se unen unas casualidades con otras uno se mosquea y es posible que empieces a ver la mosca tras la oreja.
No creo en fuerzas paranormales, ni en fantasmas, ni espíritus burlones. También me importa un comino el asunto de la magia negra pues un filósofo que crea en estas historietas, más que irse al Partenón debería hablar con Iker Jiménez, la pitonisa Lola, Aramís Fuster o Rappel.
Llevo dos días que ni te cuento. Podría pensar que me ha mirado un bizco, he sido víctima de un mal de ojo o un gafe se ha acercado y me ha invitado a un café.
Lo cierto es que en 48 horas he sido sometido a una retahíla de desgracias que no hubiera aguantado ni el Santo Job.
Sin más dilación, paso a contaros:
Dejo llaves en la cerradura y a las 11 de la noche llamo a un cerrajero.
Pierdo tarjeta del banco. Regalo una cama plegable a un colega y me entero, a tiro hecho, que la quería mi compañera de piso.
Saltan los plomos en la casa, nos quedamos sin electricidad en el comedor y en una habitación. De momento algunas lámparas se han fundido.
Hoy llega el electricista y descubre que la avería la ha producido la TV que ha quedado para el arrastre (una tv de 4.000 eurazos).
Hacienda me hace una paralela y estoy esperando a ver qué me dice mi abogada.
Ayer me levante vomitando a chorros y me puse pimpando (calaíto). Eché hasta los calostros.
Hoy con una diarrea del copón, de padre y muy señor mío.
He perdido dos décimos de la lotería nacional de jueves y sábado, una apuesta de la primitiva, un cupón de la ONCE, y una apuesta de euromillones. Todo iba en una funda con la tarjeta de crédito.
Hoy también mi perra ha estado a nada de morderle a un transeúnte. Este ciudadano me ha puesto cara de culo por su susto y mi descuido.
Me he quedado atrapado unos minutos en el ascensor y esta mañana a las 6 no podía entrar en el portal de casa porque me llevé la llave equivocada.
También ayer despidieron a un trabajador del parque de perros con el que había hecho mucha amistad; se le había terminado el contrato.
Estando los técnicos he tropezado y no me he caído al suelo porque Dios existe.
El callista ayer se olvidó de eliminarme dos callos considerables.
Hallan asesinado de un tiro al ex alcalde de Gandía Arturo Torró.
El papa está enfermo y suenan tambores de guerra en Israel /Gaza.
Y Rusia/ Ucrania. La tercera guerra mundial asoma sus narices.
A uno de mis mejores alumnos lo pillo copiando en un examen y se me viene el mundo abajo.
Me enfado con mi mejor amigo por una tontería y, mientras, nos echamos los trastos a la cabeza.
No ha terminado el día y hasta el rabo todo es toro.
Menos mal que he abrazado el estoicismo y lo llevo en vena. "Comamos y bebamos que mañana moriremos". "Si lloras porque se oculta el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas".
Hay otra frase de mi abuela que reza así: "Que Dios no me mande lo que el cuerpo puede aguantar."