Los dos diputados disidentes de
Vox-Ceuta, José María Rodríguez y Carmen Vázquez, han justificado
su abandono del Grupo en los problemas internos graves que mantenían con la dirección. Problemas que no son nuevos, sino que vienen de hace meses aunque fueron “cerrados en falso” antes de las elecciones generales pero comunicados debidamente “a los jefes nacionales”. El conocimiento de
una serie de mensajes de contenido racista en un chat paralelo ha sido la gota que ha colmado el vaso para que ambos diputados hayan abandonado este lunes el Grupo que, según han reconocido, ni siquiera les comunicaba los pasos dados. “No se podía sostener esta situación”, ha detallado Rodríguez a los medios de comunicación. Carmen Vázquez ha confesado que su estancia en Vox ha supuesto uno de los peores momentos de su vida, viéndose obligada a aguantar situaciones “sin necesidad”, calificando la situación vivida de “algo surrealista, hasta maquiavélico, porque tiene mucha maldad incluso premeditadamente”. Ese malestar gestado durante meses tuvo una gota que colmó el vaso: el conocimiento de una serie de mensajes, además de la difusión de contenidos en redes sociales con los que no comulgaban. “Estas personas colgaban cosas en redes que no consensuaban, lo hacían por su cuenta en nombre de Vox. La gota que ha colmado el vaso es las capturas de pantalla de un chat paralelo que se hacía llamar Gestora y pretende romper la convivencia en la ciudad. Si aquí el 50% de la población es musulmana eso hay que respetarlo mal que les pese”, ha denunciado Vázquez, que ha reconocido que “esas barbaridades” han forzado a dar el paso final.
Esos mensajes son los que ya se han difundido y que, hasta el momento, no han sido reconocidos como suyos por el partido. Mensajes que han sido llevados a la Fiscalía por parte de MDyC. A los dos disidentes de Vox les ha sorprendido que, tras su decisión, se hayan topado con “barbaridades” vertidas en su perfil de Twitter por el portavoz Carlos Verdejo, que equiparan a “amenazas”. “Tenemos unos deberes y unos derechos, que es tener toda la documentación para ir a los plenos, y eso nos lo han negado”. Tanto Rodríguez como Vázquez han calificado el proceder de la cúpula de Vox de “no democrático” y han defendido que el paso dado no ha querido hacer daño al llevarlo a cabo tras pasar las elecciones y no antes, habiendo comunicado todo debidamente a Madrid. Los dos diputados hablan de “decisiones anárquicas” y critican la labor de oposición que se está realizando, definiéndola de “pobre”, lamentando que haya personas que se mueven “por intereses propios” y que han “mirado por lo suyo”. Ambos han calificado el trabajo de Vox de “extraño” y “desvirtuado” y han criticado que en ningún momento se les informaba de nada, ni de los pactos con el Partido Popular ni de las propuestas que iban a llevar a Pleno. De hecho han reconocido no haber estado en la negociación de los Presupuestos. Detrás de los dos, aseguran, hay más gente descontenta. Es ahora cuando los de Vox han reconocido que hubo una moción de censura, algo que negaron a los medios de comunicación pero que ahora sí que insisten en que existía una crisis clara. “La crisis existía en el partido. Qué pintábamos aquí, era asumir políticas y formas de pensar que no interesaban. En vista del recrudecimiento de los temas y las circunstancias no merecía la pena. Cuando la cosa se va desviando tanto… en la asamblea no se hace política, es de choque, no sé qué resultados todos. Han sido un cúmulo de circunstancias”, ha indicado Rodríguez, que ha insistido en la “opacidad y en la política errática y suicida” que se ha ido estilando.