Hoy se conmemora, como cada primer jueves de noviembre, el Día Internacional contra la Violencia, el Acoso y el Ciberacoso en la Escuela. Una fecha designada por la Unesco para recordar la importancia de luchar contra la violencia en el entorno escolar y destacar sus consecuencias entre la salud mental y física de los niños que la sufren.
En Ceuta, como en el resto de España, los alumnos cada vez están más conectados, tanto en el ámbito educativo, como en el personal. Más aún en los pasados meses de pandemia, en los que los niños de la ciudad permanecieron delante de las pantallas horas, debido al confinamiento y a las clases a distancia.
Según Javier García Núñez, secretario del Colegio Oficial de la Psicología de Ceuta, “aunque parecieran dos términos diferentes, el acoso escolar y el ciberacoso están estrechamente relacionados. Lo que realmente los diferencia es que el primero se hace de manera directa en las escuelas y el segundo sucede a través de un ordenador o un teléfono móvil”. García Núñez explica que, actualmente, los niños tienen un grado mas elevado de indefensión, ya que todo está conectado, todo está en el teléfono y en la red y, si, por ejemplo, en una clase se da un caso de acoso, el joven, además, lo lleva en la mochila a la casa y a la calle, y, por ello, el daño que se produce es mayor.
“Se enfrentan a una situación complicada las víctimas de acoso escolar porque, una vez que son tildados en clase, se ven sin escapatoria, llegando a darse casos extremos de suicidio”, explica el psicólogo.
Desgraciadamente, resulta muy complicado luchar contra el acoso escolar y el ciberacoso, aunque García incide en el importante papel que desempeñan los padres en este ámbito: “el control parental es fundamental, los padres tienen que estar pendientes tanto de lo que hacen sus hijos en la calle, como de lo que hacen en casa cuando están con el móvil. Observarlos es primordial y, aunque pueda parecer que se invade su intimidad, puede ahorra muchos disgustos revisar las aplicaciones de los menores en su teléfono”, explica.
Psicólogo del grupo de emergencia de la ciudad, Javier García, relata cómo en Ceuta se han dado casos extremos relacionados con el acoso en las aulas, algo que está a la orden del día y que, desgraciadamente, va cada día a más.
Al preguntarle cómo se pude detectar que un niño o adolescente está sufriendo acoso, el experto es tajante: “no hay recetas que funcionen, pero, normalmente, las personas que sufren acoso escolar suelen cambiar su conducta. De pronto dejan de estudiar, o se vuelven callados, o cierran sus perfiles en redes sociales… Este tipo de comportamientos puede ser por muchas cosas, pero puede servir de alarma para detectar un caso de acoso”, comenta.
Por último, el psicólogo explica que es en torno a los 15 años cuando aumentan los casos de acoso y, sobre todo, de ciberacoso. El acoso de tipo sexual, añade, suele darse más en adolescentes y el tradicional en niños más pequeños. Las niñas entre 11 y 13 años son las más expuestas a convertirse en blanco de casos de tipo sexual.
La violencia escolar, el acoso y el ciberacoso afecta al rendimiento escolar, a la salud mental y a la vida futura de los alumnos, que tienen tres veces más probabilidades de sentirse excluidos, faltar a clase y abandonar sus estudios.
Por ello, es fundamental luchar contra estos delitos hacia los niños y estar atentos para evitar que pasen a nuestro alrededor o, incluso, en nuestras casas.
El Servicio de Atención Telefónica de casos de malos tratos y acoso en el ámbito de los centros docentes del sistema educativo español realiza informes de datos que dan cuenta de la evolución de los casos de acoso escolar registrados. Este recurso contra el acoso escolar se dirige no solo al alumnado, sino también a familias, tutores legales, docentes, equipos directivos, personal de servicio y, en general, a cualquier persona que tenga conocimiento de casos de malos tratos o acoso en el ámbito escolar tanto dentro como fuera del centro docente. Además, se pueden denunciar también los casos de ciberacoso. Los datos hasta octubre de 2020 muestran en Ceuta el uso de este servicio 47 veces por vía telefónica, de las que resultaron seis posibles casos positivos. Por mails, se recibió un aviso.
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