Mañana puedes ser tú. Nadie está exento de verse afectado por un problema de salud mental. Nadie. Por eso los recursos deben ser cuantiosos tanto en la detección como en el tratamiento, evitando que haya personas que terminen deambulando por nuestras calles sin disponer de entidades que puedan recogerlos y administrarle el tratamiento que necesitan. En Ceuta tenemos varios casos de personas que, carentes o no de familia, terminan dando vueltas, merodeando por barriadas o sentados en un banco manifestando comportamientos incoherentes. La sociedad, lejos de mofarse de ellos, de grabarles vídeos, de considerarlos un esperpento público, deben ser conscientes de que no están en sus facultades y por eso mismo no deben participar de un mal trato sino, al contrario, condenar que otros lo hagan y ayudar a que esas personas dispongan de recursos mediante la oportuna denuncia pública.
Lo que no puede ni debe hacer una ciudad es mirar hacia otro lado, dejando que estos hombres y mujeres terminen durmiendo en un banco o malviviendo en la calle porque nadie acelera una respuesta rápida para acogerlos en unas instalaciones en las que se pueda reconducir su tratamiento médico.
En la salud mental todos debemos estar a una, todos debemos sumar fuerzas para que se preste una atención debida. No como ahora, cuando la administración se lava las manos y descarga sobre las familias un problema que les supera. Hoy más que nunca deben tenerse en cuenta muchas cosas sobre este ámbito pero sobre todo debe responderse a la altura que se merece.