En Besmayah, Irak, permanecen, a casi 5.000 kilómetros de distancia de sus hogares, los componentes de la XII Agrupación de la Operación de Apoyo a Irak pertenecientes
a la Comandancia General de Ceuta. Hasta allí marcharon dejando a sus familias para ocupar la base Gran Capitán y ejecutar la operación para la que han sido instruidos. ¿Pero cómo es una de esas jornadas de los militares de Ceuta? A tanta distancia “de nuestra querida y anhelada plaza de Ceuta”, explican para El Faro de Ceuta, los componentes de la XII Agrupación de la Operación de Apoyo a Irak “cumplen la misión asignada con la satisfacción de poder decir ‘sin novedad”. Y eso es mucho, porque significa que el trabajo se está haciendo bien y no hay que lamentar ninguna incidencia. El particular diario de los caballas desplegados en la misión nos lleva a una jornada que los ceutíes narran de este manera para el decano de los medios de comunicación de Ceuta. “Irak nos ha recibido con la dureza y aridez de su verano. Aquí las temperaturas diurnas alcanzan los 48º en esta época del año y por la noche no bajan de los 28º. De hecho, amanece a las 4.30 horas y a las 9.00 horas es normal que ya tengamos casi 40º. Además, la humedad es nula, lo que hace que el polvo en suspensión abunde y se levante a la menor racha de viento”, explican.
Las jornadas son duras. ¿Qué sucede un día cualquiera en su calendario? “Un día normal nos despertamos pronto, los más madrugadores a las 4:45 horas o antes. El desayuno es de 5:00 a 7:00 horas y las actividades comienzan en cuanto terminamos. Cada unidad tiene su zona de trabajo: Mando y Plana Mayor, Logística, Comunicaciones, Sanidad, Seguridad… Otros están por toda la base, como la unidad de Ingenieros; y otros, como la unidad de Protección, trabajan tanto desde dentro como desde fuera de la base, de día y de noche”, detallan.
“Tratamos de evitar las horas de mayor incidencia del sol (entre las 12:00 y las 16:00), que aprovechamos para el horario de comidas y para descansar siempre que la misión lo permita. Por la tarde, retomamos el trabajo hasta que el toque de oración avisa de la puesta del sol. Cenamos a partir de las 19:00 horas, y hasta las 21:00, y aprovechamos para tomar un refresco o un café en la cantina o para hacer algo de deporte. Y lo que nos queda de día a descansar para volver a empezar al día siguiente”.
La misión avanza en el calendario, marcha por días con la necesidad de cubrir la encomienda dada. “Trabajamos 24 horas al día, los siete días a la semana para cumplir nuestra misión, siempre en coordinación con la Coalición y nuestros aliados internacionales”, sentencian.
Fue el pasado 11 de mayo cuando los militares dejaron nuestra ciudad para mantener unos días de preparación en la Península antes de emprender rumbo a Irak. Este contingente esta formado por unos 150 militares al mando del coronel jefe de Regulares e integrado principalmente por miembros del Tercio Duque de Alba de La Legión.
Una misión que avanza en el calendario y que atiende todas las necesidades que se produzcan
El contingente de Ceuta está formado por unos 150 militares al mando del coronel jefe de Regulares y está integrado principalmente por miembros del Tercio Duque de Alba de La Legión aunque también los hay de otras unidades distintas de la Comandancia.
Preparados para todas las opciones en la misión de Irak
El coronel Alfonso Bueno es quien lleva las riendas del contingente desplegado en Irak que tiene por objetivo entrenar a las tropas iraquíes. La llegada de la pandemia ha influido en esta misión hasta el punto de que se acortó el tiempo e incluso llegó a pensarse que la misión podía suspenderse. No fue así. España, eso sí, ha decidido que este sea el último contingente ya que se encargará del repliegue definitivo en la zona.
La misión internacional terminará en breve, de hecho se barajaba que en semanas pudiera ponerse el punto y final a esa presencia, algo que debe concretarse a nivel nacional. Mientras los desplegados caballas están al pie del cañón se va avanzando en un día a día en el que el objetivo prioritario pasa siempre porque haya seguridad y que ninguno de los desplegados incurra en riesgos que puedan afectar a su propia integridad.
El objetivo: siempre garantizar la seguridad del contingente
Los miembros del contingente desplazados desde Ceuta desarrollan maniobras y ejercicios que tienen por objetivo la garantía de la seguridad de todos ellos. Del adecuado despliegue y organización depende que la misión salga adelante como debe ser, sin causar ningún accidente. En las imágenes se puede apreciar el posicionamiento, en alerta, de los integrantes del contingente español procedente de Ceuta en el territorio en donde desarrollan las distintas funciones para las que han sido encomendados. La coordinación y profesionalidad de los militares desplazados es garante en una misión para la que han trabajado durante muchos meses antes de procederse al desplazamiento al lugar.