Por el Día Internacional contra la violencia de género
Hoy la sociedad entera se estremece, y más unida que nunca, clama, grita e implora a sumarse en la lucha contra una de las mayores lacras de este siglo: la violencia de género.
A primera hora de la mañana el pleno extraordinario de la Asamblea aprobaba por unanimidad el manifiesto del día elaborado por el Consejo Asesor de la Mujer. A su vez se guardaba un minuto de silencio por todas las fallecidas en el transcurso del presente año
Los actos institucionales han continuado con los tradicionales reconocimientos que otorga tanto la Ciudad como Delegación del Gobierno a personas o entidades entregadas a la causa.
Reconocimientos
El grado superior en promoción de la igualdad de género que cumple su segundo curso en el instituto Abyla se ha ganado el reconocimiento de la Delegación del Gobierno con su premio Meninas. Desde el centro han querido destacar la gran implicación de toda la comunidad educativa pero, sobre todo, de su alumnado
El reconocimiento de la ciudad ha recaído sobre la congregación de las Adoratrices, quienes en su más de 80 años de presencia en la ciudad se han posicionado como un activo colectivo que lucha a diario no solo para combatir la violencia de género, sino también de ayuda a las víctimas. Y por ellas, y poder continuar con su labor han solicitado el apoyo de la sociedad.
Lectura de manifiesto
Una ayuda que es necesaria y que también se ha puesto de relieve en la Plaza de la Constitución con la lectura del manifiesto.
En este enclave de la ciudad ha sido donde se ha generado el verdadero clamor social. Y donde ellas, las 44 víctimas y sus 8 huérfanos, han sido por desgracia, los protagonistas.
Con el sonido de su nombre, su edad y un globo al aire, los presentes se estremecían. Gran objetivo del día, conmover a la sociedad para que ellas sean las últimas, para entre todos evitar que no sea ninguna más.
Y tras el silencio, y el dolor llegaba la nota positiva y reivindicativa del día, a través de los usuarios del centro asesor de la mujer. De la mano de Amaral y su ‘Salta’, hacían eso, hacer que los presentes saltasen muy fuerte contra este gran perjuicio.