Aún huele a quemado en Calamocarro. Y es que una vez adentrados en el Monte de la Tortuga el paisaje es desolador, sobre todo teniendo en cuenta la riqueza natural de la zona afectada por este último incendio forestal. El silencio al día después del incendio contrarresta con las horas de tensión vividas desde que se desató el fuego en la madrugada del lunes. En esos momentos los vecinos de la zona se temían lo peor, ya que a pocos metros de sus casas se podía ver como las llamas arrasaban con todo a su paso.
La Guardia Civil llamó a la puerta de Javier Garnica, vecino de Calamocarro, a las tres de la mañana, en ese momento cogió lo más importante y dejó su casa, sin saber cuándo podría volver. Al salir, la imagen era impresionante. “Al salir de la cama vimos las llamas, estábamos rodeados. Se notaba el calor directamente en la cara”, comenta este vecino justo unas horas después de que la Ciudad declarara como extinguido el incendio que ha asolado parte del Monte de la Tortuga.
Cuando la Benemérita tocó su puerta no se lo pensó, se vistió, hizo una pequeña maleta y cogió algunas cosas de valor, sin olvidar también las dos bombonas de butano que había en su casa, a modo de precaución, ya que si las llamas alcanzaban su hogar, quiso evitar consecuencias mayores. Todas estas pertenencias las metió en su coche sin saber la situación en la que encontraría su casa tras el incendio. “A eso de las cuatro de la mañana nos dieron la orden de desalojo inmediato porque se veían las llamas, había mucho viento y bueno, miedo porque el fuego se estaba propagando muy rápido”.
Ahora, con más calma, recuerdan la situación y agradecen, sobre todo, las labores de contención que llevaron a cabo los cuerpos de emergencia que le permitieron a él y al resto de los desalojados poder regresar a su viviendas sin daños. “El fuego por la noche era impresionante, estábamos rodeados, pero a mí lo que me pareció increíble fue que a las diez de la mañana, ya se podía acceder al chalet, las llamas estaban controladas y este martes controlaron el incendio. A mí me pareció que hicieron una labor increíble Bomberos, la Guardia Civil Protección Civil, los militares, el presidente de la Ciudad... Todo el mundo involucrado”, valora este vecino que agradece esta rápida intervención.
Ahora cuenta sus impresiones desde su casa, la cual se salvó de las llamas al igual que las de sus vecinos. Aunque Bomberos ha seguido trabajando hasta dar por extinguido el incendio, esta noche han podido dormir con tranquilidad, ya sin el miedo de tener que volver a dejar sus hogares.
De igual manera, el albergue de animales y la ganadería desalojadas han vuelto a la normalidad y los animales regresaron a su lugar sin percatarse de lo ocurrido. No han tenido afectaciones en las viviendas, ya que el fuego se controló a unos 100 metros del nucleo de chalet, que este martes sólo percibía el olor a quemado como recuerdo de lo sucedido. “Fue una mezcla de suerte, porque el viento cayó, pero hay que agradecer a los bomberos y a todos los que participaron en la extinción”.
Trabajos
Aunque la Ciudad declaró en la mañana de este martes el incendio forestal como extinguido, aún queda mucho trabajo por hacer. Tanto Obimasa como Bomberos seguían sobre el terreno este martes por la mañana. En el caso de los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento se desplegaron hasta por tres puntos de la zona, principalmente para controlar que no surgieran nuevos focos y para recoger todo el material que permanecía en el monte por si acaso rebrotaba el fuego.
“La labor que estamos haciendo ahora mismo, principalmente, es la recogida de material, porque este martes, en el trascurso del fuego, dejamos mucho material puesto en previsión de que se dieran distintos focos durante la noche y tuviéramos que instalar de nuevo todo en mangaje”, explica Alfonso Castaño, bombero, que junto con otro compañero recogen los metros de mangueras que dejaron esparcidos por el monte, después de que la noche pasara sin incidentes.
También sobre el terreno, vigilando que el fuego no brote de nuevo están las Brigadas Forestales, que estuvieron marcando los puntos de riesgo y refrescando el lugar. Son los bordes que aún conservan vegetación, detalla Alfonso Espinosa, integrante de esta brigada, los puntos en los que se está poniendo más énfasis y vigilancia, ya que son los más susceptibles al fuego en estos momentos. Sobre las áreas calcinadas también mantienen la precaución, principalmente los tocones enterados que pueden originar el fuego en la profundidad del suelo.
“Se están haciendo varios trabajos, uno de ellos es controlando las distintas fumarolas y chimeneas de los restos de troncos enterrados y que puedan causar lo que son nuevos incendios y conatos”. Para evitarlo se desplegaron por la zona con petacas de agua y también un camión cisterna que ha refrescado la zona. “En el momento en el que vemos un poco de humo, lo vamos marcando”.
Los trabajos van a continuar durante estos días, a fin de evitar incendios de raíces que logren conseguir activarse con apenas una “hilito de oxígeno”.
Precauciones
Ahora es tiempo de dejar a las autoridades competentes las tareas de investigación, por eso desde Bomberos piden precaución si se decide visitar el terreno, para evitar remover posibles pruebas. Igualmente, piden que si alguien ve que el fuego se reaviva, que avise con inmediatez al 112 para que se actúe.
Obimasa por su parte recuerda que pese a darse por extinguido hay ciertos riesgos y piden a senderistas y ciclistas que esperen para volver a la zona, sobre todo mientras que persisten los trabajos de refresco. “Nunca se puede decir que un fuego esté totalmente extinguido al día siguiente”, incide Espinosa.
Entre estos daños están los castaños centenarios que el fuego ha arrasado, dejando apenas un par sin daños graves visibles, aunque habrá que esperar para saber si rebrotarán.
Daños
Aunque aún es temprano para valorar el daño forestal causado por las llamas de este último incendio, sí es cierto que el entorno del arroyo de Calamocarro es una zona protegida considerada como un Lugar de Interés Comunitario, además de ser una Zona de Especial Protección para las Aves.
Desde Obimasa creen que no será hasta el año que viene o el siguiente, cuando puedan determinar qué afectaciones tiene el lugar y puedan comprobar si la flora dañada crece de nuevo o ya se ha perdido definitivamente.
Igualmente ocurre con la fauna, que aunque todavía no se han descubierto animales muertos, es obvio que muchos lagartos, salamandras y hasta posiblemente tortugas no hayan podido escampar de las llamas.
En los próximos años será cuando realmente se pueda saber el verdadero daño que este incendio ha causado en nuestra masa forestal
Es ahora cuando hay que recapacitar en las políticas medioambientales que se llevan a cabo y en los convenios que se firmaron en su día para evitar este tipo de sinestros y también para intentar recuperar, en la medida de lo posible, el terreno devastado.
Es una lucha que debe ser de todos para evitar que incendios como el de este lunes se vuelvan a repetir.