El
presidente de la Ciudad cree que el convenio de devolución de menores suscrito entre España y Marruecos no tiene por qué excluir ni a Ceuta ni a Melilla. “Ambas tienen que reivindicar que los menores donde mejor están es en sus casas”, ha señalado Juan Vivas a los periodistas. Aclara el presidente que no cree que haya notas excluyentes que afectan a las dos ciudades hermanas impidiendo que puedan realizar estos trámites. “La imposibilidad de devolver a los menores no afecta solo a Ceuta, es que desde Andalucía tampoco se pueden devolver sin que existan esos problemas que Marruecos parece tener con Ceuta y Melilla. Así como se han articulado
mecanismos de devolución, nos queda una asignatura en materia de menores en toda España”, ha insistido, recalcando que no tiene por qué haber trabas en la entrega de menores como se ha hecho con adultos. “No creo que haya una excepción por cuestiones políticas”. La Ciudad pone encima de la mesa que hay un incremento, una crisis que nadie puede negar, con un aumento del 80% de presencia en el centro y una “presencia espectacular” de menores en las calles. Vivas exige un mecanismo de colaboración con el Estado ante un posible aumento de
MENA en Ceuta. “La crisis existe y hay que buscar respuestas”, ha insistido. “Es recomendable intensificar los mecanismos de colaboración para cubrir las contingencias. Hoy estamos hablando de un incremento del 80%, pero ¿y si mañana es el doble?, ¿cómo respondemos?”, se ha preguntado, alertando además de la necesidad de que Ceuta no atienda más inmigrantes de los que pueda soportar por su dimensión.
Discusión en la sesión plenaria
En cuanto al
debate mantenido con Juan Luis Aróstegui (Caballas), Vivas considera que al acusar al PP de fomentar el odio con los MENA, se ha “querido transmitir que la sociedad de Ceuta es poco solidaria al drama humano en cualquiera de sus manifestaciones. Creo que no es así, sino todo lo contrario. Somos un ejemplo para el mundo en capacidad de acogida, no hay otro lugar salvo el caso de Melilla en donde la presión migratoria se viva como en Ceuta. Nunca he visto en la sociedad una manifestación de rechazo o de insolidaridad; sí un comportamiento solidario. Esto no se puede traducir en números, pero una demostración es el esfuerzo económico de los ceutíes que se hace a través de la Ciudad. A todos nos llega al corazón la situación de los MENA, nadie nos puede dar lecciones”. “Es legítimo descalificar la gestión pero no instalarse en una superioridad moral para despreciar al otro. Ese discurso no es bueno para Ceuta, por eso reaccione de una manera no habitual”, ha remachado.