Un total de 16 militares marroquíes destinados en la zona fronteriza con Argelia del noreste del país fueron detenidos en fechas recientes por asuntos relacionados con el tráfico de personas, según informaron este miércoles a Efe fuentes conocedoras del caso, aunque sin entrar en demasiados detalles sobre lo ocurrido.
Se trata de militares que trabajaban cerca de la ciudad de Oujda, fronteriza con Argelia, por donde cruzan a Marruecos inmigrantes, sobre todo de origen subsahariano procedentes de varios países distintos, para intentar pasar a España por tierra a través de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla a través de sus respectivos pasos fronterizos desde las provincias de Tetuán y Nador, respectivamente.
Estas mismas fuentes de toda solvencia indicaron también que los mencionados arrestos se produjeron, entre otras cosas, por delitos que tienen relación con el tráfico de personas. Eso sí, no dieron más detalles sobre los cargos que se les imputan en concreto.
Según informa el diario Assabah, los militares protagonistas de estas detenciones estaban destinados en Ain Beni Mathar, una zona a unos 80 kilómetros al sur de Oujda. El mismo periódico indica que sus detenciones responden a "delitos que constituyen una violación de las consignas militares y desobediencia".
También se ha conocido que los arrestados pasaron a disposición judicial y el juez dictó prisión para trece de ellos, según indica el diario arabófono, que afirma igualmente que están como internos en la prisión de Al-Arjat 1, cercana a Rabat, la capital del país. Se supo también que los tres militares restantes quedaron en libertad provisional.
Aunque no es lo habitual, este tipo de situaciones se generan cada cierto tiempo, pues las fronteras son lugares de mucha permeabilidad y que, a veces, se convierten en noticia por este tipo de relación entre quienes se supone que tienen que salvaguardarlas y quienes están del otro lado de la situación.
Son miembros de la fuerzas auxiliares no del ejercito real marrqui para distinguir lo uno del otro y que quede claro