La Policía belga realizó este jueves 18 detenciones administrativas en disturbios registrados en el centro de Bruselas, donde cientos de personas habían salido a las calles para celebrar el pase de la selección de Marruecos a los octavos de final del Mundial de fútbol de Catar.
"En total, se realizaron 18 detenciones administrativas por disturbios, la mayoría de ellas en la zona policial de Bruselas-Capital/Ixelles", informó la portavoz de la Policía Ilse Van de keere, según recoge el diario Le Soir.
La selección de Marruecos venció este jueves a la de Canadá (1-2) y accedió por segunda vez en su historia a octavos de final de un Mundial, fase en la que se medirá a España.
Le Soir señala que en las celebraciones, que se concentraron principalmente en el bulevar Lemonnier y la céntrica plaza de la Bolsa, se produjeron “ligeros incidentes”.
Este medio explicó que los agentes de policía salieron en masa desde la plaza de la Bolsa hasta el final de ese bulevar, próximo a la Estación Sur de Bruselas.
Las principales vías cercanas tuvieron que cerrarse al tráfico de vehículos sobre las 19.00 (18.00 GMT) debido a la afluencia de público.
Cientos de personas habían salido a las calles
Tras el partido, muchos aficionados marroquíes salieron a la calle con banderas y fuegos artificiales para celebrar la victoria y la clasificación a los octavos de final.
Durante las celebraciones, algunos asistentes dirigieron bengalas contra los agentes de policía presentes, que por un momento recurrieron al uso de gases lacrimógenos.
En otros puntos de la capital belga se reunieron también muchos simpatizantes marroquíes y en lugares como el distrito de Schaerbeek la policía tuvo que intervenir por un grupo de unas 50 personas que estaba acosando a los transeúntes.
El pasado domingo, centenares de personas ya provocaron disturbios en el centro de Bruselas y en algunas ciudades belgas y neerlandesas tras el partido del Mundial que enfrentó a Bélgica con Marruecos, y se registraron destrozos en vehículos y mobiliario urbano, lo que obligó a intervenir a la policía.
Caldo de cultivo para la extrema derecha.