Las fuerzas de seguridad del estado en Tánger lograron, a finales de la semana pasada, detener a un implicado en el robo y agresión a una niña en el barrio Al-Barans 2 de Al-Boughaz (Tánger), que había sido filmado mientras cometía su delito.
El citado vídeo mostraba al afectado rondando en torno a dos chicas antes de acosar a una de ellas y arrebatarle el bolso, tirándola al suelo y causándole contusiones por todo el cuerpo.
Según han relatado medios locales, las pesquisas realizadas a raíz de esta cinta demostraron que el delito estaba relacionado con otro caso similar que ya investigaba la Policía Judicial en el área de Bni Makada (Tánger) y que se saldó con un detenido y la incautación de la motocicleta utilizada en el robo.
La misma fuente agregó que el proceso de inclusión del acusado en la base de datos de Seguridad Nacional reveló que era a su vez buscado a nivel nacional por sospecha de su participación en una agresión física contra un menor en la ciudad de Sidi Slimane.
El sospechoso de 28 años, que tiene antecedentes penales, se mantuvo bajo custodia a disposición de la investigación judicial supervisada por el Ministerio Público competente.
Mientras continúan las diligencias e investigaciones con el objetivo de detener a uno de sus socios, luego de que se haya determinado su identidad completa.
Otra detención por una paliza mortal
Además, en el marco de unas labores de seguridad para cercar el crimen y otras en la ciudad de Tánger, las mismas fuentes informaron de la detención del autor de un delito de golpes y heridas con resultado de muerte en el distrito de Mougha.
El imputado había huido del lugar del crimen antes de entregarse horas después a los servicios de seguridad. La pelea, en la que resultó muerta una persona y otras dos resultaron gravemente heridas, fue producto de una riña entre los dos sospechosos y las tres víctimas dentro de un vehículo.
Disputas previas derivaron en enfrentamientos y lesiones mutuas, lo que condujo a la muerte de uno de ellos y la lesión de otro, tras lo cual se determinó la identidad del imputado, y se asignó un equipo especial de seguridad para buscarlo. Horas después del crimen se entregó cuando sintió que los investigadores se acercaban a él.