Los intentos por hacer negocio traficando con personas son constantes en las costas de Ceuta. La Guardia Civil no cesa en las vigilancias orientadas precisamente a evitar la comisión del delito. Así ocurrió este domingo cuando componentes del Servicio Marítimo lo dieron todo para detener al patrón de una semirrígida cargada con 4 inmigrantes marroquíes. A pesar de las maniobras evasivas del piloto consiguieron arrestarlo.
Los hechos, tal y como ha podido saber El Faro de Ceuta, se produjeron en la tarde de este domingo cuando se detectó la salida de las costas de nuestra ciudad de una embarcación sospechosa. Desde la central COS se giró aviso activándose al Servicio Marítimo cuyos agentes emprendieron una persecución para dar con el piloto.
Este no lo puso fácil realizando maniobras evasivas y complicando la navegación para intentar evitar su arresto poniendo en grave peligro a los inmigrantes y pudiendo provocar un accidente con la Benemérita.
La detención se produjo en mitad del canal, antes de que se lograra el fin que no era otro que alcanzar las costas peninsulares. El patrón complicó su arresto mostrando resistencia por lo que ha sido detenido no solo por tráfico de inmigrantes sino también por resistencia a la autoridad. Se trata de un español, único responsable de estos hechos. La semirrígida quedó intervenida y ahora está siendo analizada por Policía Judicial para comprobar quien es el titular, si figura como robada o si por ejemplo tiene relación con otros sucesos similares.
Los 4 inmigrantes son marroquíes y se procedió a su identificación y toma de declaración antes de tramitar el intento de devolución a Marruecos.
El detenido tendrá que responder ante la justicia de sus prácticas delictivas en las que no tuvo miramiento alguno respecto del debido cuidado de la integridad de los inmigrantes con cuyo traslado pretendía lucrarse.
Las pequeñas redes de tráfico de personas se nutren de todos aquellos que, habiendo llegado a Ceuta de manera irregular, buscan llegar a la Península. En muchos casos los tienen escondidos en casas antes de preparar las salidas en embarcaciones. Es un negocio entre fronteras al que intentan poner veto las fuerzas de seguridad.
No pasa nada, mañana argumenta cualquier chorrada y por la tarde ya puede alardear de coche por el "sentro" con un bonito chándal mimetizado, sus zapatillas de piscina con calcetines y un buen bolso de imitación colgado en bandolera.