Qué pronto se pasan ¿verdad? Tan es así que ya anda uno pensando en las próximas y deseando que lleguen cuanto antes porque nos decimos que se nos han quedado muchas cosas pendientes, muchas cosas pendientes de ver y otras de hacer.
Claro, es que el tiempo de vacaciones se pretende emplear - en gran medida - en intentar hacer aquello que se dejó de hacer cuando había que hacerlo. Es un tiempo de acumulación de tareas que se tienen en la mente para llevarlas a cabo al mismo tiempo que se relajan los horarios y se abordan algunas cosas que sí son verdaderamente descanso. Total que a fin de cuentas se ha trabajado más que en el tiempo normal de trabajo aunque sí es cierto que se ha dado satisfacción a algún que otro capricho.
Al reanudar el trabajo las intenciones son muy buenas, debido básicamente a que se trabaja para los demás - a quienes se respeta mucho - y no se les debe hacer trampas en las ideas y en el sentir del alma. Eso es lo que he venido pensando una vez más, porque es un pensamiento viejo que ocupa lugar muy destacado en en mi sentir, en la forma de entender lo que es la vida de relación personal para tratar asuntos o cuestiones que pueden tener una cierta importancia; y ya lo creo que la tiene exponer ideas a otras personas, aunque no se las conozca personalmente pero que existen, que están ahí con le periódico delante y leyendo lo que se expone en unos cuantos párrafos, que uno quisiera que fueran claros, sencillos y convincentes.
Hoy no hago más que pensar en que se necesita en el mundo - en las personas que lo poblamos - mucha serenidad y firmeza para distinguir el bien del mal y para defender aquello que verdaderamente proporciona calidad al ser humano, no falsedad. Vivimos una época muy difícil y complicada; tanto que es fácil arrastrar voluntades con comentarios que pueden ser atractivos en la forma o en la envuelta pero que no tienen la consistencia de la verdad y que, además, arrastran la voluntad de muchas personas hacia un camino completamente alejado de la serenidad en la que la vida de los seres humanos debe discurrir para que sus pensamientos y obras sean dignas de admiración: Con el enfrentamiento puede llegarse a las acciones más violentas que se puedan imaginar.
Hay voces de alarma, motivadas por la situación violenta que se vive en distintos países y las tendencias que presentan para el futuro inmediato. Hace falta mucha serenidad en los Organismos que tienen como misión mantener la paz en el mundo, pero también es necesaria la mayor firmeza al defender las decisiones que se puedan señalar o tomar en cada caso concreto. La serenidad y la firmeza han de actuar, con un mismo fin, en cada uno de los casos que tienen preocupados a la gran mayoría de las personas. ¿Acaso se desea por alguien un mundo encendido por una guerra devastadora? Viven una gran responsabilidad quienes lideran las naciones más fuertes de nuestro mundo y deseamos que se olvide toda idea de confrontación armada.
Bueno, ya ven que después de las vacaciones hay asuntos que crean una fuerte inquietud y que es de desear que sean tratados con serenidad y firmeza para el bienestar de todos. Para colmo este Domingo último tuve ocasión de ver, por TV el partido de fútbol entre la Real Sociedad de San Sebastián y el Real Madrid y creo que a éste último le hace falta, también. serenidad y firmeza.