Ha sido una de las noches más largas a uno y otro lado de
la frontera que separa Ceuta de Marruecos. Una de las más largas por la tensión contenida ante el intento de aproximación de cientos de marroquíes después de las informaciones falsas difundidas por redes sociales que apuntaban a una apertura total de las 'puertas'. A diferencia de lo ocurrido el pasado mayo, cuando miles de personas cruzaron a la ciudad ante la inacción absoluta de las fuerzas marroquíes, en esta ocasión hubo un despliegue de tal calado en las carreteras que llevan hacia el espacio fronterizo que el avance era imposible. Esa alerta tensa llevó a que
la Guardia Civil movilizara a sus unidades, que no tuvieron que actuar en ningún momento, ya que en
Marruecos se contenía cualquier tipo de aproximación y desde el paso del Tarajal sólo eran perceptibles las luces de los vehículos policiales desplegados. Los cálculos manejados por el Instituto Armado es que eran unas 300 las personas que, alentadas por esas informaciones, acudían en masa a cruzar la frontera y llegaron al punto más cercano a Ceuta. Además, unos 20 lo intentaron por mar, pero fueron interceptados por la Gendarmería marroquí. Muchos eran menores de Tetuán, Castillejos y Rincón. El despliegue de las fuerzas de seguridad fue importante. El acceso hacia el espacio fronterizo en el lado marroquí estaba completamente cortado para evitar el acercamiento de los marroquíes, que llegaron a concentrarse en sus inmediaciones al grito de Viva España. Y en Ceuta, mientras, reducidos grupos de personas se acercaban hasta las proximidades de la frontera atraídos también por esas informaciones de que podía estar produciéndose una entrada masiva, alentadas todas ellas por redes sociales. Desde Ceuta únicamente eran perceptibles las luces al fondo de los vehículos policiales que estaban interviniendo. La madrugada ha terminado con la garantía de ninguna entrada y con la evidencia del control marroquí con la activación de cuantiosas unidades policiales incluidos agentes antidisturbios.