Con estas palabras, el presidente de la Ciudad ha querido significar las virtudes del vicario y su carácter de ceutí, porque aunque Curro, como se le conoce al vicario, no nació en esta ciudad, “es de Ceuta por derecho propio”. Además, Vivas ha destacado de Correro su cercanía, su capacidad para perdonar y pedir disculpas, su sentido del humor, su apuesta por la convivencia y la concordia y una actitud ejemplarizante que cobra un mayor valor en estos tiempos.
Además, el presidente resaltó su “compromiso con el bien común”, que ha dispensado “sin afán de notoriedad y sin pedir nada a cambio”. Buena prueba de ello es la colaboración que ha dispensado a la Delegación del Gobierno y a la Ciudad, cediendo instalaciones para afrontar problemas como el incremento de la presión migratoria, la declaración de ruina de la guardería Nuestra Señora de África o el incendio del centro de menores Mediterráneo. “San Agustín decía que las cosas útiles son más importantes que las admirables, y el vicario siempre ha estado dedicado a las útile”", resaltó el máximo mandatario de la Ciudad. Por todo ello, Vivas dijo que el vicario ha dejado “huella”, que ahora se convierte en “un vacío"”que, como el de un buen amigo, "no se puede llenar con la llegada de otro amigo”.
En este sentido, Correro agradeció "la acogida" y el trato que ha recibido en Ceuta "en todos estos años", y ha destacado que "todos los presidentes le han abierto sus puertas a la Iglesia", del mismo modo que él abrió a Ceuta y sus representantes las de la Iglesia; una institución que él entiende como "un servicio". "Siempre os llevaré en el corazón", ha asegurado agradecido que ha dirigido la Vicaría General de Ceuta en los últimos 16 años.
“Os llevaré siempre en mi corazón”
A pesar de su signo de no querer convertirse nunca en centro de la noticia, el vicario Francisco Correro no tuvo más remedio que dirigirse a las personas que se encontraban en el Salón del Trono del Palacio autonómico y agradeció “la acogida” y el trato que ha recibido en Ceuta “en todos estos años”, y ha destacado que “todos los presidentes le han abierto sus puertas a la Iglesia”, del mismo modo que él abrió a Ceuta y sus representantes las de la Iglesia; una institución que él entiende como “un servicio”. “Siempre os llevaré en el corazón”, ha asegurado agradecido que ha dirigido la Vicaría General de Ceuta en los últimos 16 años. Uno más de los merecidos homenajes a los que se ha hecho acreedor el vicario general de la Diócesis y párroco de Nuestra Señora de Africa.