La “incertidumbre y pésima situación económica” en la que viven los cerca de 120 taxistas de Ceuta llevó al sector a “si nada de esto cambia” convocar para este miércoles, 18 de noviembre, una
huelga con el objetivo de que la Administración escuchasen sus demandas y les ofrecieran ayudas económicas dados los problemas que están atravesando como consecuencia de la crisis económica y sanitaria provocada por el coronavirus. Una huelga que este mismo martes se paraliza y desconvoca “por lo menos por el momento” dado que se han alcanzado acuerdos con la Ciudad y “tras explicarnos que se nos va a incluir en el ‘Ceuta Resiste’”. Este martes por la mañana, representantes del sector del
taxi, tanto de los asalariados como de la cooperativa y de la Asociación de Autónomos del taxi, se han reunido en dependencias de la Ciudad Autónoma con el presidente del Gobierno de Ceuta,
Juan Vivas; el consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Driss; y con el director general de Medio Ambiente, Alfonso Conejo, con el objetivo de llegar a un acuerdo puesto que el sector se encuentra en riesgo “extremo” ya que en total serían “unas 400 familias las que viven y comen de él” y “si no se ponen soluciones sobre la mesa pronto cerca de 200 trabajadores se quedarán en diciembre sin trabajo porque el taxi no da para más”. “Finalmente se va a anular la huelga porque nos hemos reunido con el presidente de la Ciudad y los responsables de medio ambiente y hemos llegado a un acuerdo. Nos han dicho que nos van a ayudar económicamente. Nos han recibido muy bien y hemos estado cerca de dos horas en la reunión. Hemos hablado muchísimos temas referentes al taxi y la verdad que contentos. Esperemos que lo que se ha hablado de ayudas económicas se cumplan y se vaya resolviendo todo poco a poco”, ha comentado para El Faro el presidente de la cooperativa Radio-Taxi, David Pérez. Son muchas las horas que pasan aparcados en las paradas esperando y casi sin avisos. Son un gremio muy afectado por esta crisis sanitaria y por la nueva restricción del estado de alarma a las 22:00 horas y si se cierra la actividad a las 20:00 horas “podría ser una catástrofe”. No saben cuál será su futuro, pero sí saben que “tenemos que salir adelante como sea porque nuestras familias tienen que seguir comiendo”.