Ya nos hemos referido en varias ocasiones al lamentable estado en el que se encuentran muchas de las estructuras que han sido declaradas Bienes de Interés Cultural (BIC) en nuestra ciudad, esto como consecuencia del descuido y del abandono, quizás por desinterés, por no darle la importancia que se merecen a pesar de todo lo que representan.
Hemos escrito sobre el Castillo de San Amaro, también sobre el Fuerte de Aranguren, el Fuerte del Príncipe, el de Piniers, el de Isabel II, sobre las Murallas Merinidas. Pero también hay que destacar lo que ocurre desde hace mucho tiempo en la antigua cárcel de mujeres de Ceuta, construida mucho antes, en el siglo XVIII, con fines de protección.
Esta estructura, cuya importancia es innegable como patrimonio histórico de Ceuta, pasó a ser la fortaleza de un grupo de okupas, marroquíes que siguen asentados en los acantilados, y coronada incluso con un trozo de la bandera de España.
Los accesos han sido bloqueados, dejando solo dos para poder entrar y salir a un lugar que no es ni la sombra de lo que fue en aquellos tiempos en los que cumplía esa función para el que fue edificado. La basura solo empeora un panorama ya de por sí terrible y preocupante.
Desafortunadamente este es un tema recurrente en la ciudad y que exige respuestas concretas de quienes son responsables del mantenimiento de los Bienes de Interés Cultural y de otras estructuras que tienen un gran significado histórico.
Se agradece que de parte de la Ciudad ya exista la intención de hacer algo e incluso se hable de proyectos y recursos destinados para este fin. Solo queda esperar que se ejecuten pronto, para recuperar lo que no debió dañarse.