Vive en su casa de Ceuta con su marido en el paro y un hijo de 17 años. Sus dos vástagos de más edad han tenido que prestarle dinero y el banco le aprieta con intereses por descubierto. El motivo, que no ha recibido la nómina de la empresa de limpieza, mantenimiento y jardinería del helipuerto en el que trabaja desde hace catorce años.
Vicenta Espinosa está "desesperada". Lleva mirando su cuenta corriente desde finales del pasado mes sin ver por ningún lado el ingreso de su nómina.
Pasados más de diez días respecto a la fecha de paga habitual, se puso en contacto con Ingemont Tecnología S.A., la contrata que se encarga de la limpieza de la estación aérea, para la que trabaja "a media jornada".
La respuesta fue que "la oficina de Sevilla se les había quemado". Sin embargo, tras contrastar ese dato descubrió "que no era cierto".
A continuación procedió a ponerse en contacto con el departamento de Recursos Humanos de la compañía, donde recibió una contestación nada halagüeña: "Me dicen que no saben cuando van a pagar, ni si lo van a hacer, porque algunos clientes no les han pagado a ellos".
Sin dinero "para comer", Espinosa se dirigió a la Inspección de Trabajo, donde ya ha presentado denuncia y tiene previsto ver al abogado del sindicato UGT, "la próxima semana".
El problema es que, entretanto, tiene la nevera vacía y no dispone de dinero para llenarla: "Soy pobre. Vivimos los tres en casa de mi media jornada. Mi marido está al paro y lo llaman de Trace en ocasiones contadas. Ya me ha tenido que pagar una letra una de mis hijas y los bancos me presionan", lamenta.
Viene además de un año con complicaciones de salud debido a una operación "que no salió bien". Se encuentra de baja y con complicaciones psicológicas, "de ansiedad", aunque tenía previsto coger el alta y volver al empleo, una vez la última intervención que recibió si ha sido exitosa.
El problema, según relata Espinosa, afecta a "las cinco personas" que trabajan para la empresa en Ceuta y también "a la compañía que tienen subcontratada para la limpieza de cristales, a la que no han abonado sus servicios tampoco". Asimismo, según ha podido saber la trabajadora, "en Algeciras no están pagando y en algunas otras sedes lo mismo".
Espinosa y sus compañeras son empleadas subrogadas a las empresas que van obteniendo el contrato de mantenimiento del helipuerto. Explica esta que con las anteriores firmas encargadas del servicio "nunca hubo problemas" y clama "desesperada" por una pronta solución que le permita "comer".
El Faro de Ceuta trató de hablar en repetidas ocasiones con un responsable de Ingemont Tecnología S.A. para recabar su postura sin que esto fuera posible.
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