La
Delegación del Gobierno en Ceuta se reserva sus palabras en torno al caos de la
frontera. Comparecerá en los próximos días, lo hará cuando -asegura- obtengan respuesta en torno a unos detalles que no les hagan sumirse en un nuevo ridículo ante la opinión pública, después de avisos y anuncios de fechas que no se han cumplido.
Delegación calla, pero sabe por sus canales oficiales que el porteo, como lo conocemos hoy en día, ya se ha terminado. Lo aseguran fuentes de la administración de la Plaza de los Reyes de manera oficiosa a este periódico. Solo esperan conocer en qué medida ha terminado tal y como se ha conocido hasta la fecha. Y el mango de la sartén lo tiene Marruecos, que este mismo jueves se despachaba anunciando, en su primera comparecencia oficial sobre este asunto, que “en breve” todo retornaría a la normalidad.
Se avecinan restricciones, cambios en la entrada y salida de personas, imposiciones aduaneras estrictas a pie de frontera... Delegación quiere saber a qué se enfrenta pero ya reconoce que el porteo como tal, como lo hemos conocido durante estos dos últimos años por el paso
Tarajal II, no será así. Como también reconoce que esos cambios anunciados por Marruecos no van a producirse en un tiempo inmediato.
Mientras se aclaran ante ese nuevo modo de proceder, la Administración central ya baraja adoptar medidas que eviten situaciones de tensión como las registradas en estos tres últimos días.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han confirmado a este periódico que van a utilizar el paso Tarajal II como vía para la entrada y salida de personas mientras no regrese el porteo y mientras se desarrollen las obras en el paso fronterizo del Tarajal con las que se quieren eliminar las infraestructuras que, a modo de jaulas, sirven para canalizar en la actualidad el paso de los transeúntes. La inversión prevista para la eliminación de esas jaulas y el adecentamiento de la frontera es de 800.000 euros y mientras esas actuaciones se lleven a cabo, la Delegación quiere utilizar el paso de mercancías para la entrada y salida de personas, claro está sin los famosos bultos.
Ahora tiene un grave problema. Ese paso, que sigue abierto aunque inutilizado, se ha convertido en el gran coladero de inmigrantes marroquíes y argelinos, adultos y menores. Por ese paso las fuerzas de seguridad tienen constancia de que se está produciendo una entrada de personas que ha repuntado notablemente y que aprovecha la falta de vigilancia en ese punto para hacerlo.
La idea de recuperar el uso bajo esta nueva fórmula serviría para frenar ese actual descontrol y para canalizar con seguridad la entrada y salida de personas mientras duren las obras de eliminación de las jaulas que están enmarcadas en el famoso proyecto de frontera inteligente aplicado por el Ministerio de Interior en ambas ciudades hermanas.
Este proyecto contempla la instauración de un sistema de reconocimiento facial ya implantado en la frontera pero que requiere de su complemento en el lado marroquí; medida esta que se refuerza con la colocación de cámaras de seguridad tanto en el propio Tarajal como en el paso de mercancías y la renovación de los que ya existen en el entorno fronterizo.
Las obras en la frontera
Las actuaciones en el paso del Tarajal van a repercutir directamente en la forma de la frontera como la conocemos en la actualidad y, de entrada, afectará directamente a la vía usada por las personas que entran y salen andando por este paso.