Alcalá, Muñiz y Pérez Marín, en un foro de análisis sobre qué pasa con el interminable proceso de Plan General de Ordenación Urbana General
La Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca Pública acogió ayer por la tarde durante casi dos horas un vivo y crítico debate alrededor del anhelado nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Ceuta, José Luis Muñiz; el arquitecto y miembro del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) Luciano Alcalá; y el también arquitecto y miembro correspondiente del IEC Carlos Pérez Marín participaron como ponentes en la cita, organizada bajo el título ‘La construcción una actividad en crisis. El PGOU como elemento clave’.
Tras sus exposiciones iniciales, el foro se abrió al intercambio de impresiones entre los presentes. Unos y otros vinieron a coincidir en una impresión general que se extiende también entre los constructores: sea por lo que fuere, no hay “voluntad política” por aprobar el ansiado nuevo PGOU. Quizá peor, según puso en la picota Pérez Marín, no da la impresión que exista ni “un horizonte” ni un “plan”, tampoco un diagnóstico claro de “para qué queremos en ese documento” y ni siquiera de “los problemas que pretendemos resolver”. La crítica se extendió también a la falta de una normativa urbanística actualizada y útil para Ceuta y al “complejo de inferioridad” con el que los políticos locales parecen acercarse a cualquier departamento de la Administración General del Estado.
Celaya defendió que el Ejecutivo local no se ha “desentendido” de aprobar el PGOU
Pérez Marín se llevó las manos a la cabeza ante la forma como se han resuelto temas como la ubicación del helipuerto o cómo se ha concebido la ampliación de la Carretera Nacional a la frontera, “una inversión de diez millones de euros para ganar un carril en dirección al centro cuando el problema está en sentido inverso pero sin que nadie haya planteado siquiera la posibilidad de ganar terreno al mar como se ha hecho en el centro”.
Para Muñiz no merece mejor opinión la forma sobre la que se plantean los equipamientos de todo tipo que necesita la ciudad. En general, los intervinientes lamentaron la ausencia de un “diagnóstico” serio y exhaustivo, así como la falta de un equipo encargado de llevar las riendas del nuevo PGOU.
El consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya, reconoció que para él no fue “plato de buen gusto” escuchar todo lo expuesto pero felicitó al IEC por promover la “crítica” a las Administraciones Públicas. Sí “rompió una lanza” por el consejero de Fomento y su trabajo para aprobar el documento esta legislatura.
Y mientras el Instituto en el Brull, la recalificación de la Manzana del Revellin y el sector de la construcción paralizados.Este Gobierno pasa de to.