Entrevista con David Serrada, portavoz socialista en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados
El diputado socialista y portavoz en la Comisión de Interior, David Serrada, se encuentra de visita en nuestra ciudad para trasladar uno de los problemas que más preocupan a la sociedad ceutí: la frontera.
En la jornada del miércoles recorrerá el perímetro fronterizo para comprobar su estado y hacerse eco de las necesidades más acuciantes del mismo. También visitará las dependencias del CETI y se reunirá con sindicatos policiales para conocer sus demandas.
–¿Qué opinión le merece la situación actual de la frontera?
–Creo que es una situación inaceptable para un Gobierno y un país como España que está dentro de las diez potencias económicas mundiales. Es inaceptable para un país cuya salvaguarda de los derechos humanos le ha hecho ser impulsor de muchas medidas que son reconocidas a nivel internacional y creo que es inaceptable no solo para España, sino también para la Unión Europea que no puede permitir que la entrada al sur de Europa sea una puerta donde ocurren demasiadas cosas. Creo que lo que ha sucedido en el último año con la muerte de seis porteadoras, es algo inaceptable, repito, tanto para el Gobierno de España como para la Unión Europea.
"Lo que ha sucedido en el último año con la muerte de seis porteadoras es algo inaceptable"
–Varias muertes y detrás un comercio transfronterizo anómalo. ¿Cuáles podrían ser las propuestas encaminadas a solventar esta situación?
–Hay un eufemismo que deberíamos eliminar: el de comercio atípico. Creo que lo que hay es una situación irregular en la que se vulneran, no solo los derechos humanos, sino también los derechos laborales de muchas personas. Pienso que esto pasa por la regularización de una situación que no es normal. No es lógico que las Fuerzas y Cuerpos del Estado se preocupen más de que no haya muertes o avalanchas en un paso fronterizo, que de la mercancía que se está transportando de un lugar a otro de la frontera. El Partido Socialista ha planteado multitud de iniciativas que tienen que ver con la regularización de ese comercio, con que deje de vulnerar la fiscalidad española y la legislación laboral de un país que es de los más avanzados en derechos y libertades a nivel mundial.
–¿Qué medidas podrían poner fin a esta problemática?
–En primer lugar, hay unas relaciones entre los gobiernos de España y Marruecos que se tienen que cumplir, hay comisiones para el seguimiento de algunos pactos que no se reúnen. En segundo lugar, tiene que haber un paso fronterizo más, pero de acuerdo con el Gobierno marroquí. La colaboración es fundamental, sino no vamos a solucionar ningún problema. La situación de las porteadoras es compleja, complicada e inaceptable. Y por último, no vale con levantar vallas. Si de verdad queremos que sea una frontera de la Unión Europea debemos dotarla de más medios materiales y humanos. La situación en que se encuentran las plantillas de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Ceuta es lamentable. Creemos que debemos tener más efectivos y estar dotados de mejores recursos y materiales.
–Respecto a esas relaciones entre ambos países. ¿Cree que están en punto muerto?
–Lo preocupante de esto es que nadie sabe cómo están las relaciones entre ambos países. La semana pasada tuve la oportunidad de preguntarle al ministro Zoido qué tipo de relación tiene con el Gobierno de Marruecos o con otros países en el norte de África como Argelia. Dio la callada por respuesta. Yo creo que este oscurantismo que mantiene respecto a las conversaciones bilaterales debería hacerlo de una manera más natural y decir qué está haciendo, porque eso ayudará a que la situación de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla mejore.
–¿Esa “callada por respuesta” a la que alude puede ser un reflejo de la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy hacia las dos ciudades autónomas?
–Para el Gobierno de Rajoy, Ceuta y Melilla son dos asuntos irrelevantes porque asistimos a una batería de propuestas, iniciativas o promesas que no se cumplen. Solo hay que coger los Presupuestos Generales del Estado y comprobar cuanto se ejecuta de las promesas que hacen el ministro Zoido o Mariano Rajoy. Creo que el Gobierno no gestiona bien su política de fronteras, no tiene una política sobre inmigración definida y está mirando hacia otro lado ante uno de los principales problemas que tienen España y la Unión Europa: la inmigración, la protección y control de fronteras y la salvaguarda de los derechos humanos.
–El Tribunal Europeo de Derechos Humanos va a revisar la reciente condena a España por las devoluciones en caliente de inmigrantes en la valla de Melilla. ¿Cómo piensa que debe tratarse este asunto?
–Sobre este tema hay que aludir a dos cuestiones: en primer lugar, no se puede criminalizar al guardia civil ni al policía que tiene que atender un salto masivo y no sabe qué hacer porque no hay un protocolo de actuación definido ni órdenes concretas por parte de los responsables políticos que tienen que tomar esas decisiones. En segundo lugar, el Partido Socialista ha planteado un recurso de constitucionalidad por esta cuestión, que pretende derogar la ‘Ley mordaza’ que ampara estas devoluciones y estamos esperando que el Tribunal Constitucional dicte sentencia.
–El PSOE mostró su condena hacia la presencia de concertinas en las vallas. ¿En qué estado se encuentra la cuestión?
–Hemos presentado proposiciones no de ley en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados insistiendo en que hay que eliminarlas, al igual que otras tantas cuestiones que se debaten y aprueban y que son decisiones que el Gobierno no toma porque no escucha lo que se aprueba en el Congreso. Por lo tanto la pelota, en el caso de las concertinas y de otras muchas cosas que afectan a la frontera, está en su tejado.
–Precisamente uno de estos problemas es la carencia de efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. ¿Cómo valora este tema?
–Mensualmente planteamos una pregunta al Gobierno sobre la plantilla con la que cuenta la Policía Nacional y la Guardia Civil y lo que vemos es que cada vez hay menos efectivos disponibles. Por mucho que insista el Gobierno en que el catálogo de puestos de trabajo de ambas fuerzas está prácticamente cubierto en Ceuta, una cosa son los puestos que refleja el catálogo y otra los efectivos que están realmente disponibles, porque hay que tener en cuenta el personal que está de baja, en comisión de servicio o de vacaciones. Los datos del Gobierno son irreales y solo hay que comprobar si los cuatro o cinco efectivos que hay en la frontera son suficientes para atender la demanda de entrada que hay en los puestos fronterizos.
–¿Qué balance realiza sobre la forma en que se aborda la situación de los MENA?
–Es un tema preocupante porque estamos vulnerando acuerdos internacionales respecto a la protección de menores, a la vez que la legislación española porque en nuestro estado no puede haber ningún menor sin tutela. No puede ser que haya menores deambulando por el estado español. Estamos vulnerando la legalidad internacional y la española y en esto solo hay un responsable: el Gobierno de España. Y eso no podemos permitirlo.