Nos podemos remontar muy atrás en la historia y saber que, desde hace siglos, cuestiones como el clima y las estaciones del año afectan de una manera positiva o negativa a nuestro estado de ánimo. Ligado a ello, esta mañana Cope Ceuta ha recibido la visita telefónica de el psicólogo David Álvarez, colaborador habitual del programa.
“Hay factores que nos fastidian en esta época como los ambientales que es el cambio de luz, nos afecta a la melatonina, y nos llega la astemia otoñal, además de otros síntomas por los efectos de las alergias, resfriados, gripes…", ha comentado en referencia al cambio que implica estar ya inmersos en el otoño.
Si además de esas variaciones tenemos que organizar las responsabilidades que nos vienen tras el descanso, las vacaciones, el sol y una época marcada principalmente por la diversión, todo se agudiza un poco más. La adaptación a nuevos horarios y rutinas, salir menos con los amigos o la familia o no entrar en la ropa del año pasado son también situaciones que, sin duda, a todos nos preocupan en estas fechas otoñales.
Y la actitud y la personalidad, ¿cómo afectan? Sí, también influyen. "Las personas más extrovertidas lo tienen más difícil, porque hacen más vida en el exterior, los introvertidos están encantados, llevan mejor el invierno", reconoce Álvarez que, además, enumera que las patologías que más frecuentemente se dan en esta época son la astemia otoñal, el estrés y las depresiones leves.
Por otro lado hemos hablado sobre normalizar las visitas al psicólogo. En un momento así siempre viene bien para adaptarse al año en curso, planificar de forma más realista, marcar objetivos más claros y quitar fantasías (que tenemos todos) para centrarse en lo que es realmente posible.
"Normalizar la visita al psicólogo es genial y Ceuta, en ese sentido, es una ciudad muy abierta. Lo habitual es ir al psicólogo en estas fechas de otoño y hay pacientes que programan todo el año para después descansar y disfrutar el día a día en verano", ha explicado el psicólogo.
Y no solo los adultos, pues los más pequeños también se ven afectados y lo notan al terminar el verano. En en la primera semana de septiembre cuando están más enfadados y apagados pero, en general, se adaptan bastante bien al cambio del verano al otoño. Sin embargo, recuerda Álvarez, "no tenemos que olvidarnos de ellos".