El fútbol sala siempre ha sido, es y será un deporte muy querido en Ceuta. Muchos jugadores han salido de la ciudad autónoma para afrontar nuevos retos o incluso han defendido la elástica de la Unión África Ceutí por todo el territorio. Este es el caso de Dani Cabezón, un portero que ha saboreado tanto la gloria como su amarga salida del club de su ciudad y de su vida.
El Faro se ha puesto en contacto con él para resumir su gran trayectoria en esta modalidad deportiva y también para conocer su situación después de su polémica salida de la UA Ceutí. Todavía se muestra dolido y lo que peor lleva es que ha podido jugar su último partido como profesional y “no lo sabía”.
La pasión de Dani Cabezón desde muy pequeño era el fútbol. Tanto es así que en su barrio, Juan Carlos I, intentó apuntarse en un equipo pero todos sus amigos se rieron de él porque era el más pequeño. Un gesto que dolió mucho al ceutí, que inmediatamente subió a su casa llorando para contárselo a su madre.
“Recuerdo subir a mi casa llorando y mi madre me llevó a casa del entrenador y entre los dos decidieron llevarme a un entrenamiento. El primer día en el IES Siete Colinas donde hay dos campos, el entrenador me dijo que me pusiera en el de abajo, en el otro equipo de mis amigos, y me di cuenta que me habían puesto en el bueno. Además recuerdo que le ganamos en un partido, por lo que pude devolvérsela a todos los que se habían reído de mí y me habían dicho que no me escogerían”, relata.
“Desde pequeño era mi mayor afición-haciendo referencia al fútbol-. He sido muy fanático del FC Barcelona viendo todos sus partidos. Probé otros deportes como el piragüismo y el balonmano pero a mí lo que de verdad me gustaba era el fútbol”, habla Cabezón sobre su amor por esta modalidad deportiva.
Pero ese juego de niños, y su pasión por el deporte, se vuelve algo más serio cuando en su edad de juvenil se da cuenta que su proyección sigue en línea ascendente.
“Me llamaron del Ceutí porque iban a sacar un filial para jugar en la actual Tercera División a nivel de Andalucía para que empezara a entrenar con ellos. Empecé a despuntar hasta que con 16 años debuté en el primer equipo tras una expulsión de José Ramón ‘Taconi’ en Melilla. Los partidos que jugué me salieron muy bien y es cuando mi nombre empieza a sonar en este mundo. La temporada siguiente me quedo ya en el primer equipo del Ceutí, hasta que la temporada siguiente me marcho a Melilla. Ese verano con Salvi fuimos a probar con el Burela que estaba en Segunda División pero al final no nos quedamos. Ese año conseguí el ascenso a Segunda División con el equipo melillense por lo que recuerdo con mucho cariño esa etapa”, apostilla.
Dani Cabezón ha podido saborear la gloria de los ascensos e incluso el sabor amargo de sufrir impagos. Un hecho que le ha valido para madurar y ser mejor persona. Su recuerdo en el mundo del fútbol sala “es muy bonito”, ya que como él mismo reconoce este deporte le ha dado la oportunidad “de conocer a muchas personas y ciudades”.
“Creo que el deporte me ha inculcado unos valores que me han hecho ser la persona que soy, aprobar unas oposiciones y convertirme en policía local. La disciplina que te da el deporte me ha servido en el día a día tanto para ponerme horas de estudios y conseguir mis oposiciones, así como por ejemplo para madurar”, prosigue.
Respecto a los distintos equipos por los que ha pasado Cabezón, de todos guarda buenos recuerdos a pesar de ascensos, descensos e incluso impagos.
“Una vez me fui a Melilla, pasé dos años muy bonitos. En la primera conseguimos el ascenso y en la segunda no conseguimos entrar en los playoffs en la última jornada. Después de estar a gran nivel, me llegaron muchísimas ofertas y tanto mi representante como yo decidimos dar el salto, con 21 años, al Gestesa Guadalajara que estaba en Primera División. Todo comenzó muy bonito, porque jugamos una Supercopa allí como equipo local y encima en el primer partido de Liga me nombraron como mejor jugador del partido. Pero al final ese año fue duro, ya que entró la crisis nacional, y comenzaron los impagos. Muchos jugadores se tuvieron que marchar, pero ahora con el paso de los años me doy cuenta que esa etapa me sirvió como aprendizaje”, remarca.
“De ahí me fui a Ibiza, en la que tampoco salió muy bien las cosas, y en diciembre me fui al Galdar donde estuve tres años. Decidí después volver a Melilla, pero a mitad de la temporada me llegó una oferta irrechazable de Jaén Paraíso Interior y era mi oportunidad de volver a la élite. Era un auténtico equipazo y no podía decir que no, y la verdad que pasé tres temporadas buenas”, rememora sobre sus siguientes pasos.
Tras varios equipos foráneos, Dani Cabezón recibe una oferta del UA Ceutí, el equipo de su tierra y de su vida. No dudó que era la hora de volver, pero la vuelta no fue tal y como imaginaba ya que recibió muchas críticas por no rendir como lo esperado en un momento que estudiaba la oposición a Policía Local y jugaba a la vez.
“Estuve a punto de irme a Cartagena, pero me llegó la oferta del Ceutí y decidí quedarme en casa y aprovechar para ponerme con las oposiciones. Esa temporada en 2º B me llovieron muchos palos porque la verdad que no estuve a la altura, además me salió el tema de la India donde jugué con Michel Salgado y Ronaldinho entre otros y muchas personas no lo entendieron. Pero ese mismo año conseguí el sueño de ser policía local y ahí se te olvidan todas las críticas. Mi hermano también es policía y desde pequeño siempre he querido dedicarme a ello y sabía en el fondo que era estabilidad”, concluye este portero que no está en activo.
Las dos últimas temporadas
Debido a esa situación, el club decidió no contar con él hasta mediado de temporada que tras una reunión con Paco Castillo decidió volver.
“Me hizo mucha ilusión porque la verdad que siempre he soñado con jugar en el equipo de mi tierra y conseguir grandes logros. El equipo estaba en descenso y llevaba un año y medio parado, pero al final las cosas salieron bien y conseguimos la permanencia. Al año siguiente fue muy bonito y conseguí jugar unos playoffs con el equipo de mi ciudad. La pena que con el Covid no lo pudimos hacer con la afición pero es verdad que enganchamos a muchas personas a través de la televisión”. Su última temporada estuvo a una gran altura y la recuerda con gran cariño porque consiguieron “quedarse cerca del playoff”, expresa.
Su salida amarga del Ceutí
Dani Cabezón ya no pertenece esta temporada al equipo unionista, pero su salida no le gustó para nada. Piensa que se merecía otra despedida, y sobre todo haberlo hecho con su afición.
“Estoy dolido por cómo han sido las formas. Creo que no se ha sido claro conmigo, ya que se me da la noticia tres días después de acabar la temporada, cuando el míster-haciendo referencia a Tomás de Dios- lo tenía claro desde antes. Entonces los últimos partidos los jugué infiltrado, sin entrenar, estaba jugando con mi salud y hubiera preferido que hubieran sido claros conmigo. Dejo claro que no me infiltré porque me lo mandara el club, sino porque soy así y siempre me gusta darlo todo. Después de haber dado todo por mi club, me duele muchísimo el haber podido disputar mi último partido con el equipo de mi tierra y no haberme despedido de mi afición. Creo que no he tenido una despedida como me merezco”. Por último, añade que “este verano tuve la oferta de jugar en Peñíscola, y también a Primera División pero por tema laboral no pude. Me da pena aparcar esto, porque estaba a buen nivel, pero a nivel psicológico lo necesitaba. Me estoy barajando la opción de una retirada y quizás jugué mi último partido sin saberlo”.
Carrera deportiva
Dani Cabezón se muestra “orgulloso y muy satisfecho de lo que he podido vivir y de su gran trayectoria” debajo de los palos. Ha vivido experiencias de todos los colores en diferentes categorías del fútbol español y hasta una salida llena de anécdotas a La India, donde coincidió con jugadores como Ronaldiniho y Michel Salgado.
El entrenador no lo querrá en ese puesto,puedo estar de acuerdo,PERO LA DIRECCIÓN DEL CLUB NO DEBERÍA HABERLO DEJADO IR ,IGUAL QUE A OTROS CEUTÍES QUE SE HAN ECHADO ,SI ECHADO,HAY QUE MIRAR POR LA CANTERA LOCAL