Uno de los jugadores más queridos por la afición caballa al fútbol de sala es, sin duda, Dani Cabezón. Este martes ha decidido definitivamente retirarse de esta modalidad deportiva y lo ha hecho con un comunicado a través de sus redes sociales.
“Hoy es un día muy difícil para mí. Ha llegado el momento que uno no quiere que llegue nunca. Y es que he tomado la decisión de retirarme como jugador de fútbol sala profesional”, ha relatado.
Eso sí, Cabezón se despide con la cabeza muy alta, ya que han sido “17 años” dedicando a este deporte al máximo nivel. “Me voy satisfecho de haber cumplido la meta que tenia cuando era pequeño. Un niño que, a pesar de nacer en una ciudad complicada para triunfar en cualquier deporte, soñaba a diario con jugar en la mejor liga del mundo junto a los mejores jugadores. Han sido la friolera de diecisiete años defendiendo la portería en ciudades como Ceuta, Melilla, Guadalajara, Ibiza, Gáldar. Las Palmas, Jaén... Os aseguro que os llevaré siempre en un rinconcito de mi corazón”, ha explicado.
“Quiero agradecer a los clubes y directivos la confianza que depositaron en mí. Por supuesto, no puedo olvidarme de todos y cada uno de los compañeros y cuerpos técnico con los que he compartido vestuario, así como de los rivales y aficionados que siempre me trataron de forma espectacular”, ha proseguido.
Cabezón ha relatado que puede presumir de todas las muestras de cariño que ha recibido. “Puedo presumir de ser un privilegiado por sentirme tan querido por todos y las muchísimas muestras de cariño que he tenido. En mi cabeza tengo grandes recuerdos y tengo la suerte de conservar muy buenos amigos gracias al fútbol sala”.
El ahora retirado portero lamenta que le hubiera gustado otra despedida. “Bien es cierto que no he podido disfrutar de la retirada que me hubiera gustado. Por supuesto, en el equipo de mi ciudad, el que veía desde la cuna, en mi pabellón, con mi portería y mi afición. Pero el deporte me ha enseñado que, como en la vida, no siempre salen las cosas como uno quiere. Me marcho con la cabeza alta y la satisfacción de tener los deberes hecho, de haber dado todo lo que estaba en mis manos. sacrificando mucho tiempo de mi familia, e incluso, en varias ocasiones de mi trabajo”.
“De nuevo, gracias al fútbol sala por educarme, por los valores que me ha inculcado para hacerme crecer como persona y gracias a todas las personas que me han apoyado en este bonito viaje”, ha finalizado.
Gracias Dani por los buenos momentos y tus éxitos.
Recuerdo cuando erais infantiles y viajábamos con la selección de Ceuta, ¡¡ cuanta ilusión teníais!!.
Ánimo y felicidad en la nueva etapa.