Lo han vuelto a hacer. Las páginas de ‘El Día’, principal diario de Canarias, tratan de nuevo la situación de Ceuta y Melilla desde una perspectiva muy particular. Ayer, en un artículo titulado ‘Termina la segunda década de la descolonización’, el histórico dirigente independentista canario Antonio Cubillo, pintoresco personaje con una trayectoria no exenta de vínculos violentos (ver información adjunta), afirmó lo siguiente: “es una vergüenza que en su despacho de trabajo el rey de España tenga un mapa donde incluye sus colonias africanas, Ceuta, Melilla, islas Chafarinas, peñones de Alhucemas, Vélez de la Gomera, Perejil, dentro del territorio del Estado marroquí, que ocupa ilegalmente desde hace cinco siglos”. Con esta semblanza, es posible que Cubillo quisiera trazar un paralelismo con el polémico mapa junto al que posaron en 2003 el rey Mohamed VI de Marruecos y el entonces líder de la oposición española José Luis Rodríguez Zapatero, en el que aparecían Ceuta, Melilla y Canarias como territorio marroquí.
No satisfechos, desde ‘El Día’ también nos dedicaron parte de su editorial de ayer ‘Españoles por la fuerza y saqueados’. Esto dijeron de nosotros: “Ceuta y Melilla son dos posesiones españolas situadas en territorio africano-marroquí, junto con Tetuán, Tánger y otras conocidas poblaciones magrebíes. Eso significa que ni Ceuta ni Melilla son ciudades españolas, aunque lo diga la Constitución española, sino marroquí”.
Esta andanada no es la primera que llega desde las páginas del rotativo canario. Ya el pasado 16 de agosto la publicación pedía en un editorial que las dos ciudades españolas fueran entregadas al país vecino: “dos ciudades que están en territorio marroquí y que, en consecuencia, Marruecos tiene derecho a reclamar porque le pertenecen.”
En noviembre, el incansable editorialista volvía a la carga: “¿Alguien duda de que Ceuta y Melilla terminen por ser ciudades marroquíes ya que están en su territorio?”.
Los reiterados ataques a las ciudades autónomas se enmarcan en una polémica línea editorial impuesta por el director José Rodríguez Ramírez, caracterizada por el independentismo, la ofensa gratuita a los españoles y el fomento de las rencillas isleñas entre Tenerife y Gran Canaria.
En dicha tónica el diario critica constantemente a los ‘godos’ (término peyorativo que utilizan algunos canarios para menospreciar a los peninsulares) y ‘canariones’ (personas de Gran Canaria).
La actitud de ‘El Día’ mereció el rechazo en 2008 del Parlamento de Canarias, que reprobó “los ataques a la unidad de los canarios y la dignidad de Gran Canaria y sus ciudadanos, así como a las ideas xenófobas y a la incitación a la subversión del orden constitucional que reiteradamente se defienden en el editorial del periódico.”