‘Cyber muyahidín’

El auto dictado el pasado jueves por el magistrado del Juzgado número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, en base al cual dictaba orden de entrada en prisión del ceutí detenido por la Guardia Civil el pasado martes por enaltecimiento del terrorismo a través de internet, ha constituido un auténtico balón de oxígeno para la labor investigadora puesta en marcha por el Servicio de Información.

Hay base, a ojos del magistrado, para considerar que la radicalización que estaba experimentado el detenido Hamido H.M. podía llevarle a perpetrar cualquier acción de corte radical. El hecho es que como Hamido hay muchos. Son los ‘cyber muyahidines’; personas que se esconden detrás de múltiples perfiles de facebook para llevar a cabo la propaganda de la que se nutre, en parte, Al Qaeda.
El auto de Moreno constituye la base necesaria para que las investigaciones ya encarriladas terminen con un único episodio: la detención de quienes promueven el radicalismo mediante mensajes, colgando videos, instando a los participantes en esos grupos establecidos a través de la red de redes  a que marchen a zonas de conflicto.
“Mamá, ya estoy en Turquía”. Este es el mensaje que recibía una vecina de Castillejos hace un par de semanas. Era de su hijo. El mediano de cuatro varones. El mismo que le había pedido que le arreglara el pasaporte porque había conseguido un trabajo en Ceuta. Todo era mentira. Esa noche el hijo no regresó. Supo de su marcha a Siria por una llamada. Ella se ha sumado a la cantidad de madres o de mujeres que han visto como sus hijos o esposos les han abandonado.
Castillejos, la cuna del yihadismo más radical, pierde a sus vecinos de entre 20 y 30 años. Se marchan después de haber sido ‘captados’. Y no precisamente en las mezquitas o atendiendo los discursos de los imames más radicales. Los contactos en puntos de reunión como el zoco o en casas en donde la relación con internet es permanente han sido los detonantes para la extensión de una forma de pensamiento que los más mayores no entienden.
Autos como el de Moreno son claves para intentar cortar esta auténtica sangría. A pesar de la detención de Hamido, siguen emitiéndose comentarios de todo tipo y los foros internautas abiertos siguen acogiendo variedad de mensajes, amenazas y valoraciones.
En los últimos años la Audiencia Nacional ha emitido sentencias condenatorias en las que ha llegado a considerar organización terrorista a una red virtual llamada RAAM. Este fallo tiene su importancia ya que las fuerzas de seguridad ven cómo los máximos órganos judiciales se adaptan a una realidad que va transformando el terrorismo.
La propaganda, el adoctrinamiento e incluso la recaudación de fondos a través de internet es un hecho. De igual manera se crean vínculos entre los combatientes y quienes quieren marchar a zonas de conflicto. Quienes ya han marchado cuelgan sus fotos combatiendo, difunden sus testimonios vitales, hacen alusión a las labores que llevan a cabo, efectúan incluso una falsa propaganda para disfrazar la pura acción mercenaria de labor humanitaria. Una forma de disfrazar lo que es un asesinato de ayuda a los desfavorecidos.
La lucha contra el terrorismo es complicada. La última memoria publicada por la Fiscalía General del Estado recoge un dato capaz de desmoralizar a las fuerzas de seguridad. Casi el 50% de los yihadistas que son detenidos termina absuelto. Y las condenas logradas no guardan relación con el terrorismo sino con la delincuencia violenta: tenencia ilícita de armas, falsificación de documentos, tráfico de hachís...
En Ceuta no se olvidan las sentencias absolutorias de la mítica ‘Operación Duna’ ni tampoco la de la ‘Tigris’. Cumplida un año de la ‘Cesto’, que se saldó con una decena de arrestos, la resolución judicial que se emita se convierte en una auténtica prueba de fuego para los grupos investigadores que, esta vez sí, trabajaron coordinados por orden de la Audiencia Nacional.
De los 152 presuntos yihadistas juzgados en los cinco últimos años, 65 quedaron totalmente libres y sólo 87 fueron condenados, pero en su amplia mayoría no por terrorismo. El Ministerio Público avanza, en su memoria, una causa de este desequilibrio de datos: “Las enormes dificultades legales que se plantean en estos procesos” para conseguir que alguien que fue detenido antes de perpetrar un atentado pueda ser condenado por terrorismo.
El hilo que separa el pensamiento de la acción muchas veces es tan frágil que resulta imposible conseguir frenar el gran reto en materia de seguridad.

Balance de la memoria de la Fiscalía General
De los 152 presuntos yihadistas que han sido procesados en los últimos cinco años, solo se ha conseguido condena para 87

Probar la implicación de una persona en un delito de terrorismo por sus comentarios en internet o por el pensamiento de llevar a cabo una actuación radical resulta complicado. La memoria de la Fiscalía desvela las escasas condenas conseguidas y advierte de que, además, suelen ser por delitos ajenos al terrorismo. El auto emitido esta semana por el juez Moreno es un balón de oxígeno.