Un nuevo Informe del Tribunal de Cuentas se cierne cual espada de Damocles sobre la gestión del gobierno del Sr. Vivas.
Hemos conocido que el Anteproyecto del Informe correspondiente al ejercicio de 2.012 ha llegado a manos de la Ciudad para su análisis y alegaciones oportunas. Y como cada año vuelve a reiterar los mismos problemas fundamentales que la Administración del gobierno del Partido Popular nunca ha sabido solucionar.
Aunque esta vez el Tribunal hace hincapié en los reconocimientos extrajudiciales de deuda, en el que señala “la necesidad de limitar la práctica habitual y cada vez más significativa, en términos cuantitativos, de acudir al procedimiento, evitando tomar decisiones de gasto sin tener en consideración la mencionada condición limitativa del crédito presupuestario”, sus recomendaciones se hacen ya cansinas.
Siempre las mismas, aunque las respuestas dadas desde el Gobierno del Sr. Vivas hayan variado, primero nos decían que eran cosas del GIL, aunque el GIL apenas estuvo quince meses en el gobierno, o quizás porque todos ellos están ahora en el PP; luego nos dijeron que estaban poniendo en marcha las recomendaciones del Tribunal. Pero como los Informes reiteraban las mismas conclusiones, pasaron a contarnos que eran diferencias técnico-contables que existían entre Intervención y los profesionales del Tribunal. Y por último, la excusa es que “sus conclusiones no son la Biblia” y como Roy Batty, en su monólogo final de Blade Runner, ahora nos sueltan eso de “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais…” “he visto con mis propios ojos como la toma de decisiones han variado en función de quienes han sido los técnicos que se han desplazado y esas condiciones han sido siempre sobre las mismas cuestiones”. La diferencia es que mientras el replicante moría en esa escena, a estos le quedan todavía ocho meses.
Quizás como ya tenían conocimiento del Informe, tuvo que salir el Sr. Vivas en persona a desmentir las acusaciones de facturas guardadas, servicios impagados y pagos retrasados que desde la oposición le planteamos. Por ello esa precisión en los datos, “sólo el 1.2% de los gastos se encargan sin contrato” ¡Qué bien se sabía la lección! Y ya se lo advertimos al Sr. Vivas en el mismo Pleno, vendrá el Tribunal de Cuentas y le desmentirá y así ha sido, agoreros nos dirán, pero la triste realidad vuelve a golpear a la transparencia, la honradez y la legalidad a la que siempre menciona el Sr. Vivas, pero que nunca pone en práctica.
El reconocimiento extrajudicial de deuda, para que lo entiendan en palabras de la Intervención General de Baleares que así lo describía en una Instrucción: “Todos, en definitiva, responden a la situación en que una empresa presenta una factura y la Administración, que acepta la prestación, a pesar de que no existe procedimiento contractual que le sirva de cobertura, busca una solución jurídica y acude al reconocimiento extrajudicial de crédito. Pese a que el reconocimiento extrajudicial es una figura excepcional que debería utilizarse en casos muy concretos para dar solución a aspectos muy puntuales, creemos que se utiliza en demasiados casos como un medio elusivo para el incumplimiento de la normativa de contratación, como una solución procedimental que todo lo arregla.”
Es decir los trapicheos del gobierno para poder solventar sus problemas con sus amistades, retribuir los compromisos adquiridos, pagar los favores percibidos y contentar a los allegados. Toda una gestión dedicada a los intereses personales, que para los intereses generales no les queda tiempo. Un informe que no nos dice nada nuevo: sigue sin aprobarse la Relación de Puestos de Trabajo, el establecimiento de unos criterios claros de adjudicación y puntuación en la contratación pública, la gestión del inventario, los proyectos con financiación afectada a varios ejercicios, etc, etc, etc. La situación sigue siendo preocupante, los problemas que relaciona el Informe se han enquistado de tal forma que se han convertido en la enseña del gobierno del Partido Popular, sobre todo porque después de más de trece años en el poder, el Sr. Vivas es incapaz de llevar a cabo la principal y única recomendación que le hace el Tribunal de Cuentas: cumpla la ley.
Y eso es lo que la ciudadanía le pide, al menos en estos ocho meses que le quedan: cumpla la ley.
