Rebaja a hecho “puntual” las formas usadas por los marroquíes y defiende el protocolo que obliga a bajar a los inmigrantes “antes que dejarlos horas y horas ahí”
Justo cuando hoy se cumple una semana de la devolución de más de 60 inmigrantes tras encaramarse a la valla en las inmediaciones de Finca Berrocal, el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, efectuó sus primeras valoraciones ante los medios. No en vano, él estuvo siguiendo el desarrollo de todo el operativo desde las cámaras ubicadas en el COS, tal y como la propia Delegación se encargó de mostrar con una fotografía pública. Pues bien, tras la cascada de críticas vertidas no solo por oenegés, sino también por entidades como el Defensor del Pueblo o partidos como PSOE y Caballas, Cucurull ha considerado que se actuó de manera correcta, acorde a la ley y haciendo un uso de la fuerza “proporcional”.
Preguntado sobre la forma en que actuaron los agentes marroquíes, que llegaron a acceder incluso al espacio entre vallas para detener usando la fuerza a varios subsaharianos, Cucurull ha hablado de “actuación puntual” que no define cómo fue la global del sábado. Un calificativo, el de puntual, que choca no solo con las imágenes difundidas sino también con la hilera de fotografías de inmigrantes hospitalizados en distintos centros sanitarios marroquíes con fracturas, caras destrozadas, pérdidas de dedos o hematomas varios.
Se ha denunciado la devolución de menores así como de inmigrantes de manera genérica, sin haber siquiera analizado si se trataba de peticionarios de asilo. A juicio del delegado se siguió lo que marca la ley. “La actuación del sábado fue la correcta en base a conseguir el objetivo enmarcado en la ley que es el rechazo en frontera de las personas que quieren acceder de forma irregular. Las opiniones son respetables pero el Gobierno está seguro de que ha actuado correctamente. Precisamente por eso, a lo largo de esta legislatura se hizo la modificación de la ley para prever este tipo de situaciones y poder responder adecuadamente a las mismas”, aclaró.
Según puntualizó el delegado, el “protocolo establecido” pasa porque, si se encaraman al vallado, lo “más razonable es que, por razones humanitarias fundamentalmente”, haya que bajarlos con una plataforma antes “que dejarlos horas y horas ahí”. Eso es precisamente lo que se decidió hacer el sábado, tras casi 9 horas encaramados a la valla en distintos puntos del perímetro fronterizo. Una manera de actuar que, en cambio, choca con la que la misma Delegación del Gobierno ha aplicado en otros casos similares. Hace unos meses, tras encaramarse decenas de inmigrantes sobre la valla del espigón de Benzú, la Delegación ordenaba a la Guardia Civil trasladar al CETI a las últimas ocho personas que quedaban en la valla, sin obligarles a descender con plataformas y habiendo devuelto, solo minutos antes, a otros dos a Marruecos. Situación que viene a demostrar que el cumplimiento de las normas a las que alude Cucurull no siempre es el mismo.
El delegado aludió al hecho de que hubiera personas que adoptaran una actitud violenta, lo que llevó a un uso de la fuerza “que fue proporcional y contenido, porque lo que hizo la Guardia Civil ayudada por la Policía Nacional y la Local fue ayudarles a bajar del vallado al que se habían subido voluntariamente”. Las valoraciones de Cucurull se enmarcan en una situación de crítica generalizada en cuanto a la manera de proceder en las fronteras con los inmigrantes. Ha habido advertencias del Consejo de Europa y partidos políticos como Podemos han pedido la comparecencia del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Otros como el PSOE, a través de su diputado de referencia Antonio Trevín, han presentado ante la Mesa del Congreso varias preguntas sobre la actuación llevada a cabo y criticada por los socialistas ceutíes.
Por su parte el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana ha presentado una proposición no de ley para la derogación de la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana. Incluyen la petición de detener de manera inmediata las devoluciones en caliente en las dos ciudades. En su escrito aluden a la “legalización de las devoluciones en caliente en las fronteras de Ceuta y Melilla, totalmente contrarias a los derechos humanos y a la legalidad internacional, que fueron incorporadas a la Ley Orgánica durante su trámite parlamentario”.