Un médico, dos enfermeras y una técnica de rayos se han sentado en el banquillo de los acusados este lunes, en Ceuta, acusados de un delito de homicidio por imprudencia.
Todos ellos pertenecen a la clínica Septem y se les acusa de no haber atendido correctamente a un paciente de 70 años tras sufrir un shock anafiláctico que le causó la muerte 1 mes después.
Los hechos ocurrieron en 2019, precisamente lo que defiende tanto la Fiscalía como la Acusación Particular es que existió es relación causa-efecto entre la mala atención y la consecuencia posterior de la muerte.
Las Defensas y la aseguradora, por su parte, no niegan que el paciente sufriera un reacción adversa en una prueba de contraste pero mantienen que el fallecimiento posterior se debió al estado avanzado de un tumor cerebral que padecía la víctima.
Por estos hechos, la Fiscalía ha solicitado una pena de 3 años de prisión para cada uno, así como 5 de inhabilitación para ejercer la profesión para todos los acusados. Lo ha hecho en sus conclusiones elevadas a definitivas en el juicio celebrado hoy en el Penal 1 que ha comenzado a las 9:30 horas y ha terminado a las 22:30.
Testimonios en los que se basa la Acusación
Uno de los testimonios claros en las que se apoya la Fiscalía y la Acusación Particular es el ofrecido por el médico del 061. Antes de eso, se escuchó la llamada telefónica que realizó la enfermera pidiendo una ambulancia de urgencias.
El médico del 061 señaló que recibieron esa llamada para acudir de manera urgente a la clínica Septem por el caso de un paciente que estaba “inconsciente”. Detalló que nada más llegar le indicaron que estaban en la sala de resonancia.
“Cuando llegué estaban las dos enfermeras y me señalaron que el médico había ido en busca de una bomba de oxígeno”.
Asimismo, ha indicado que el paciente se encontraba en la camilla por lo que dio una orden para sacarlo de esa sala y atenderlo “adecuadamente”. Aclaró que las enfermeras estuvieron colaborativas y que ya se encontraba el paciente en el 37% de saturación por lo que tuvo que ser intubado de manera urgente. “En 13 minutos conseguimos revertir la situación y llevarlo directamente a la UCI del Hospital Universitario”.
El médico destacó que el paciente a su llegada sufría un edema de glotis, así como una disnea.
El acusado detalló que el médico del 061 había mentido
Esta versión fue rechazada en su totalidad por el médico acusado. Este explicó que su enfermera le dio el aviso y fue entonces cuando acudió rápidamente a la sala de resonancia. Señaló que ahí estaba el paciente y que se encontraba mal. “Ahí decidí yo pasarlo a una camilla para poder atenderle adecuadamente”.
El acusado además señaló que al ver que estaba saturando al 91% fue cuando decidió colocarle una mascarilla nasal, así como inyectarle Urbasón. Además, viendo que sus constantes seguían bajando fue cuando decidió que se hiciera la llamada a la ambulancia y que mientras le hacía una exploración llegó el médico del 061.
“El doctor del 061 está mintiendo, no sé por qué. Yo no estaba buscando una bombona de oxígeno, yo le ayude a quitarla la mascarilla y pasamos a la otra sala. Él decide intubarlo, en un primer intento no puede, y me pidió un medicamento para relajarlo e intubarlo”, explica.
Además, culpa también al médico del 061 de que la saturación bajara de golpe hasta el 37%. “La bajada brusca de saturación de 70 y pico a 37 se debió a que el doctor del 061 quitó todos los aparatajes para llevárselo a otra sala”.
Asimismo, también atacó a la médico forense recalcando que su informe y declaración es de “poca ética”. “Ha dado entender como si yo hubiera estudiado una carrera distinta y quiero dejar claro que hago todos los miércoles 14 resonancias de contraste y nunca ocurre nada”.
La Acusación Particular cuestionó al acusado con el hecho de no haber entregado ningún documento del historial clínico sobre su actuación en el día en que todo sucedió. El acusado se defendió indicando que lo tiene todo documentado pero que nunca se le requirió para ser entregado. “Creo que actué correctamente y estoy totalmente seguro de que no fui el causante de la muerte de ese señor”, añade.
Eso sí, ante un informe que fue remitido por la clínica Septem donde aparecía un informe al parecer de él, el acusado negó que ese fuera su documento.
Choque de declaraciones entre forenses
La versión ofrecida por la médico forense apoya que todo lo que le llevó a padecer a la víctima su fallecimiento se debió a “una mala atención” de los profesionales de la clínica Septem y que debido a su tardanza le provocó varias infecciones que unido a su tumor cerebral le causaran su muerte un mes después.
“Si se hubiera actuado antes, las consecuencias no hubieran sido las mismas”, ha recalcado.
Además, la médico también criticó que la clínica no proporcionará ningún historial clínico para ver cuál había sido su actuación y cómo habían atendido al paciente antes de la llegada del 061.
Una versión muy contraria es la ofrecida por el forense propuesto por la Defensa. Éste afirma que el paciente llega a la UCI, pero es pasado a Planta a los 6 días debido a su mejoría.
Además, detalló que asegurar que muriera por el shock anafiláctico es realizar una afirmación “demasiado categórica”. “Aunque se le hubiera atendido con más celeridad, ese paciente hubiera sido intubado y hubiera ingresado en la UCI. Por lo que la situación hubiera sido la misma”.
Asimismo, quiso detallar que cuando llega al HUCE lo hace con un nivel de plaquetas “muy bajo” y que todo eso se debe a las sesiones de quimioterapia que se estaba dando por padecer un tumor cerebral. “Va teniendo un deterioro agravado con el proceso cancerígeno provocando su receso”.
De la misma forma, los peritos de la aseguradora siguieron una misma línea de defensa. Una experta oncóloga destacó que el tumor que padecía el paciente es uno de los más agresivos. “Es un afección debido a la quimioterapia”.
“Es uno de los cánceres más agresivo y no tiene cura. Este señor habría fallecido con toda la probabilidad en la misma fecha ,aunque no se hubiera hecho una prueba de contaste en la clínica Septem”, llegó a afirmar sobre si le hubiera ocurrido lo mismo sin la prueba de contraste.
El otro perito destacó que, para su punto de vista, la actuación del médico acusado fue “de aprobado”. “El doctor hizo lo que tenía que hacer y si ya le hubiera inyectado la adrenalina hubiera tenido un 10”.
La hija del fallecido no se explica la actuación en la ‘Septem’
Uno de los testimonios más conmovedores fue el ofrecido por la hija del fallecido. Ella señaló que también es enfermera y que hoy, transcurridos varios años, sigue sin entender la atención que se le ofreció a su padre y la causa de su muerte.
La hija de la víctima recalcó que el médico no quiso atenderlo y que fue un compañero suyo el que le da una primera información. “El primero que me dice algo es el intensivista ya que lo conocía de haber trabajado con él y es el que me afirma que la cosa pintaba muy fea”.
Además, detalló que le preguntó a la gerente de la clínica por qué no se le había tomado la tensión a una persona con cáncer antes de realizarle la prueba de contraste. “Me dijo que ya se le habrían tomado en el hospital, cuando mi padre venía con mi madre de la casa. No sabían ni de dónde venía”.
Asimismo, explicó que debido a su insistencia, los médicos lo intentaron hasta el final. “No entiendo cómo un médico ante una reacción alérgica no sabe que tiene que poner 3 inyecciones”.
Una de las enfermeras acusadas, que fue la que realizó la llamada al 061, detalló una versión muy similar a la del médico con el que compartía banquillo. “A pesar de que el médico del 061 señalara que no se podía atender en la sala, se podía haber hecho por los dos lados”.
La técnico de rayos destacó que su función fue “recibir al paciente y le doy la información para el consentimiento. Si es con contraste estoy acompañada siempre de una enfermera”.
En este sentido, destacó que los datos para firmar el papel del consentimiento fue explicado tanto a la víctima como a su esposa y que a todo le contestaron con negativas. “Le ayudé a firmar ya que tenía una parte de su cuerpo inmóvil”.
La otra enfermera acusada destacó que ella prestaba sus funciones en el quirófano de la clínica y que lo único que fue es darle ayuda a su compañera debido a esa situación.
El juicio ha quedado visto para sentencia.