Cuatro mujeres de la Ciencia ceutí

A finales de 2015, la ONU proclamaba el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Esta celebración surgía para conseguir así una mayor participación e inclusión de las mujeres en el mundo de la ciencia y la tecnología. Con la conmemoración de este día, además de darle visibilidad tanto a científicas como investigadoras, se pretende romper con la brecha de géneros.

A lo largo de la historia, han existido muchas mujeres que han realizado grandes descubrimientos en campos como la medicina, la física o la tecnología. Por ello, son conocidos los nombres de Marie Curie, Margarita Salas o Flora de Pablo. El Faro de Ceuta da voz en este día a cuatro investigadoras del Campus Universitario de Ceuta, de distintos campos, que van a contribuir a dar esa visibilidad que merece la mujer en la ciencia y la investigación en esta fecha tan señalada. Ellas, además de hablar de su trayectoria y sus trabajos como investigadoras, rompen algunos tópicos, como por ejemplo, que la investigación no es solo una bata blanca y un laboratorio.

Este es el caso, por ejemplo, de Maribel Tovar, una enfermera que, a pesar de llevar bata, su investigación no se realiza en un laboratorio. Sus investigaciones “son cuestiones relacionadas con la Enfermería, sobre todo, teniendo en cuenta que nuestra profesión es cuidar”. A raíz de esta afirmación, Milagrosa Olmedo, de forma indirecta, coincide con ella. Olmedo, docente de Evolución Histórica y de Gestión de Enfermería, concuerda en que las investigaciones de Enfermería “son a pie de cama”. Durante su labor como enfermera es donde ellas pueden ver qué falta o cómo se puede mejorar algo. Ahí es donde está su labora como investigadora.

El acceso de la mujer a la Ciencia está siendo mucho más fácil que en años atrás

Pero investigar es salir también del ámbito hospitalario y de salud. La economía, las relaciones sociales, la mejora de la producción, son otros temas que se pueden investigar para conocer el pasado o el futuro de una sociedad y ver cómo puede evolucionar o que nos ayuda a conocernos un poco más. “Hay otros ámbitos en los que se puede investigar o se puede ser creativo o innovador”, señala Encarnación García, profesora del departamento de Organización de Empresas.

La ciencia es importante en todos los ámbitos y que la mujer esté presente, tanto como científica como investigadora, es igual de importante. Este es uno de los motivos por los que se realiza esta celebración. El acceso de la mujer a la ciencia ha cambiado con el paso del tiempo y, pese a que queda mucho camino por recorrer “ahora es mucho más fácil llegar a la ciencia”, apunta Guadalupe Romero, doctora en Historia del Arte.

Con este día se quiere, además, romper el tópico que la ciencia es igual a laboratorio

Cada una de ellas ha tenido un referente que le hizo interesarse por la investigación. Cada una de ellas tuvo quien plantó esa “semilla de la curiosidad”, como lo expresa Romero, que hizo que dedicasen su futuro a investigar, a descubrir y a mejorar la sociedad. Con mujeres como ellas es posible que futuras niñas se interesen por la ciencia y la investigación. Pero no solo es posible con esto. “Hay que crear un vínculo universidad-institutos de FP, de Secundaria”, comenta Olmedo. Para que estas futuras científicas, sepan que lo serán, se necesita divulgar “todo lo que podamos qué es ciencia y qué tipo de actividades se puede hacer”.

La ciencia es un campo que está avanzando cada vez más y que, actualmente con el covid, se ha puesto aún más de relieve la importancia de las investigaciones. En el caso de Ceuta, este campo, el de la investigación se está empezando a abrir desde hace poco. “Aunque aquí hay un equipo multidisciplinar, sí he hecho en falta más interdisciplinariedad. Si miras para atrás, ahora estamos de Premio Nobel”, asegura Olmedo.

Son muchas las investigaciones que actualmente se están llevando a cabo en el Campus de Ceuta, en ambas Facultades. Pero hace falta una mayor divulgación, un mayor conocimiento de ellas para que se conozca la labora que se realiza en la Ciudad Autónoma. Quedan grandes retos por superar pero, lo que sí está claro es que la mujer va escalando, poco a poco, en el mundo de la investigación y que Ceuta sigue creciendo en este campo.

Milagrosa Olmedo: “Que las investigaciones se publiquen y se lean”

Milagrosa Olmedo empezó como enfermera en 1983. Esta profesora e investigadora cuenta “no teníamos idea de lo que era la Universidad, no sabíamos que había que investigar”. Olmedo ha dedicado muchos años a la investigación y, actualmente, está trabajando sobre la historia de Enfermería y cómo han entrado los enfermeros al mundo laboral. Empezó en el mundo de la investigación porque tenía muy claro que “además de ser enfermera quería ser profesora y para entrar en la Universidad hay que investigar”. Hay quienes tienen una figura, un referente al que seguir. Sin embargo, Olmedo tuvo más de uno. En un viaje a Madrid conoció a unas enfermeras que habían aprendido mucho, lo que despertó en ella cierta curiosidad. “Me fui a una librería y me gasté un dineral en libros. Leí uno de gestión hospitalaria, de María Paz Monpart, una enfermera que no ejercer, sino que es docente, y me pareció magistral”.

Ahí encontró Olmedo parte de su vocación investigadora. Su actual investigación ayuda a la sociedad a “no cometer los errores que se cometieron en el pasado” como por ejemplo, qué fallaba antes en los hospitales y qué fue bueno. Olmedo, la voz de la experiencia de estas cuatro investigadores, reconoce que “sigue costando un poco que a la mujer se le abra camino. La mujer no tiene solo que convencerse, sino convencer. Yo tengo que convencer a los demás, mientras que un hombre no”.

Olmedo cree en la investigación “a pie de cama, que dicen ‘si esta vena me está dando problemas, ¿qué puedo hacer para mejorarla?”. Según señaló la propia Olmedo, “un 38% de patentes internacionales son cosas descubiertas por enfermeras”.

Queda mucho camino aún por recorrer, pero Olmedo ha visto la evolución de Ceuta en cuanto a investigaciones. “No había nada y ahora por cada puerta que pegues a un despacho hay una o dos líneas de investigación. Y, de todo eso, el 58% son mujeres, que es muy importante”. Como también es importante que esas investigaciones que se llevan a cabo, “se publiquen y se lean, que tengamos un canal de publicación de esas investigaciones”.

Es importante que las futuras científicas, que aún no saben que lo son, tengan acceso a las investigaciones que muchas mujeres realizaron antes que ellas y, así, poder tener un referente, al igual que tuvo Olmedo. “Tenemos muchas niñas que tienen una carga cultural, no estudian, no se mueven, no salen de casa, eso sigue existiendo. Es muy difícil luchar contra eso, pero no imposible”.

Maribel Tovar: “Primero que las niñas vean que podemos ser científicas”

Maribel Tovar es enfermera y antropóloga y en su etapa de estudiante “no se nos enseñaba ni decía que investigásemos”. Actualmente, su investigación está centrada en cómo ha afectado el covid a la salud mental de las enfermeras. Tovar, pese a dedicarse al ámbito sanitario y llevar bata blanca, no es investigadora de laboratorio, “son cuestiones relacionadas con la enfermería, sobre todo teniendo en cuenta, que nuestra profesión es cuidar y del cuidado vienen un montón de preguntas”.

Tovar realizó sus estudios en Melilla y su referente fue Maria del Mar Alfaya, actual decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Ciudad Autónoma de Melilla. “Nos contó que la enfermera debía investigar y, al cabo de los años, me dediqué a esto”.

La ciencia y la investigación está predominada por los hombres, pero Tovar sabe que esto va a cambiar, porque “a partir de ahora estamos tomando constancia las mujeres, se nos ve más”. Pero también sabe que es un camino difícil y que hay que luchar. ¿Cómo?. “Primero que las niñas vean que podemos ser científicas, que no es necesario terminar en un laboratorio”.

Maribel Tovar ha desarrollado su labor investigadora aquí en Ceuta. En la Ciudad Autónoma, la investigación está empezando a despegar y “estamos empezando a conocernos y empezar a conocer que hay otra gente que está haciendo investigación. Ahora está despegando el cohete”. Queda todavía un largo camino por recorrer, pero que irá mejorando con el tiempo. Según señala Tovar, “los grandes retos del futuro son desconocidos, porque el covid nos ha cambiado la estructura que teníamos”. Aunque, también reconoce que “si es verdad que la investigación tiene más cabida que antes y, por eso, las niñas serán futuras científicas que darán respuesta a todo lo que nos preguntamos. Más que nunca la ciencia es necesaria”.

Tovar señala, además, que Enfermería es una “disciplina que puede engañar, porque podemos ver 50-50%, pero sí entendemos que la profesión es de mujeres. De los pocos hombres que estudian Enfermería, sí que investigan y, sin embargo, la cantidad de mujeres que somos enfermeras, no llegamos a la investigación”.

Al igual que ella tuvo una referente, Tovar podría convertirse en una de ellas para alguna niña. “Poder tener referente, antes no existían”, es un pensamiento común que comparten estas cuatro mujeres. Por eso, este día es importante porque es una manera de “darles un referente, que puedan ver a otras investigadoras”.

Guadalupe Romero: “La mejor manera de atraer es con la semilla de la curiosidad”

Guadalupe Romero es doctora en Historia del Arte y profesora. Actualmente, está trabajando en dos líneas de investigación, una de ellas vinculada a la historia del arte. Por un lado, realiza un estudio sobre el mecenazgo indiano. Y, por otro, junto al profesor Ramón Galindo, “estamos desarrollando un estudio específico sobre el callejero de la ciudad como recurso patrimonial y como recurso de aprendizaje de la historia”.

Romero empezó sus andanzas en el mundo de la investigación durante sus estudios en Historia del Arte. Sus estudios la llevaron a recorrer América para seguir conociendo e investigando pueblos indígenas y las relaciones existentes entre el continente y España. “Este tipo de investigaciones es muy importante tenerlas en cuenta, sobre todo, a nivel patrimonial. América forma parte de nuestra historia”.

Pero esta pasión por la historia y la investigación no vino de la nada. Romero tuvo como referente a Concha Felez, quien fue profesora de Historia del Arte en la Universidad de Granada. “Fue una mujer pionera dentro de su profesión”. Con ella como referente y la chispa que le despertó uno de sus profesores, Rafael López, Romero supo que su camino era la investigación. Por este motivo, cree que, para que las niñas se acerquen a la ciencia y a la investigación, hay que intentar “inculcarles la semilla de la curiosidad. Así fue como empecé yo, es algo fundamental que las niñas se hagan preguntas, de que no solamente observen y miren, que intenten responder”.

El camino de la ciencia no es un camino fácil. Pero siempre lo fue más difícil para las mujeres. “Ahora es mucho más fácil llegar a la ciencia, porque la sociedad ha evolucionado.Que antes entrara una mujer en la Universidad y quisiera ser científica, a veces se cuestionaba”.

Sin embargo, aunque se ha avanzado, “no está todo hecho. La última vez que accedí a los datos de la UNESCO, a nivel internacional tan solo un 30% de investigadores científicos son mujeres. Aún queda camino por hacer”.

Sabe que se puede luchar “divulgando todo lo que podamos qué es la ciencia, qué tipo de actividades se puede hacer. Se tienen que hacer políticas específicas para fomentar el acceso de la mujer a la ciencia”. Este podría ser uno de los grandes retos del futuro, como también lo sería “seguir investigando, avanzando, el progreso es bueno desde todas las disciplinas, creando sinergias”. De esta forma, se puede contribuir, también, a un acceso más fácil.

Encarnación García: “Hay que hacer la ciencia visible. No solo la bata blanca”

Encarnación García es profesora del departamento de Organización de Empresas. Su investigación, como las muchas que se están llevando a cabo en la actualidad, está relacionada con el coronavirus. “La principal investigación es cómo ha influido el covid al mundo empresarial y a la política de recursos humanos”. García ha sido una de las docentes que ha querido resaltar que las investigaciones de su campo no son “de bata ni de laboratorio. Trabajamos con empresas, con datos, de cómo puede influir pequeñas modificaciones, de cómo situar trabajadores, modificar espacios para hacer un ambiente más saludable dentro de la organización y eso ayuda a la productividad de la empresa”.

Pese a que sus investigaciones y su campo de trabajo está centrado en el mundo de la economía, su referente, sin embargo, proviene de Derecho. “Asunción Torres López fue profesora de Derecho Administrativo en los años que estuve estudiando Derecho y ella fue la que empezó un poco el tema de la investigación”. Pero su vocación real como investigadora se la debe a su Trabajo Fin de Máster y al profesor Matías Reche.

Para conseguir, igual que ella lo hizo, que una niña se sienta atraída por la investigación, García cree que “hay que hacerlo visible, hacer la ciencia visible. No solamente es bata blanca, sino que hay otros ámbitos en los que se puede investigar o se puede ser creativo e innovador y no en un laboratorio”. Este es uno de los principales motivos por los que se lleva a cabo la celebración del 11F, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. “Tenemos grandes investigadoras que tienen un currículum importante y que han surgido en los últimos años por tener políticas activas de fomento de la ciencia y de fomento de la investigación”.

Ceuta ha tenido un gran evolución en cuanto investigación, o así lo ve la propia García. “Cada día tenemos más mujeres investigadoras y hay compañeras que se han incorporado en los últimos años que están haciendo un gran trabajo en temas de análisis de datos, de preguntarse en aspectos relacionados con la economía”.

Con esto no se quiere decir que el hombre no realice buenas investigaciones, sino que, en los últimos años, el acceso de la mujer a la ciencia está siendo más marcado y se están “equilibrando los datos”. Se necesitan más referentes, más mujeres investigadoras que divulguen sus trabajos y hagan que las niñas, las estudiantes, empiecen a hacerse preguntas y a cambiar la situación.