Volvemos a celebrar un Día de Ceuta en pandemia, con menos restricciones, pero igualmente extraño al anterior y en el que el balance de los daños del virus arroja ya la pérdida de 126 personas en Ceuta.
Por este motivo la Ciudad reconoce hoy, como cada 2 de septiembre, a los colectivos imprescindibles que estuvieron al frente de una situación sanitaria que nos lleva afectando ya desde hace más de año y medio, pero también es un reconocimiento a todos sus ciudadanos, por su comportamiento ejemplar durante unos meses en los que ha habido restricciones mayores y menores, y en los que se ha necesitado y dado paciencia frente a una situación que ha superado no solo a los propios ceutíes, sino a toda la humanidad.
Sin embargo, sin olvidar la situación que nos rodea y no nos abandona desde marzo de 2020, no podemos dejar a un lado la reivindicación autonómica que significa en Ceuta el 2 de septiembre, fecha que trae al presente a modo de resumen obligado, toda la lucha por el reconocimiento de una autonomía a la que, para algunos y para muchos, aún queda camino por recorrer.
Un lucha autonómica que se inició hace exactamente 40 años y en la que siempre se ha deseado la aplicación de la Transitoria V que reconoce la propia Constitución. Fue nada menos que en 1981 cuando el Pleno acordó por primera vez la aplicación de la misma, en la que se expresa, literalmente, que “Las ciudades de Ceuta y Melilla podrán constituirse en Comunidades Autónomas si así lo deciden sus respectivos Ayuntamientos..” .
Han sido 40 años desde el inicio de lucha de Ceuta y los ceutíes por el reconocimiento de su autonomía. Sin embargo, tan notable efeméride para la historia y el devenir contemporáneo de la ciudad ha pasado totalmente desapercibida ante el momento sanitario que estamos viviendo y atravesando.
Las prioridades mandan siempre; las preocupaciones, también. Pero hoy, todos los ceutíes debemos estar ahí, al menos con el pensamiento, en esos reconocimientos a los que han luchado por nosotros y a nuestro lado, porque aún queda mucho por hacer antes de que podamos decir con alivio que todo ha terminado.
Y todo aunque las circunstancias impongan este obligado paréntesis que ‘afloja’ la memoria de una lucha, la autonómica, que parece que nunca se da por finalizada, porque siempre se puede mejorar Ceuta y en ello debe estar la voluntad de todos los que formamos esta ciudad.