Hace tiempo que me vengo conteniendo de escribir sobre Violencia de Género y todas sus vertientes. Hay muchas personas equivocadas en relación con este problema, he oído decir: ¡Eso es incierto, si X no es capaz de matar a un mosquito! ¿Cómo va a ser capaz de maltratar a su pareja? Grave error, la mayoría de los maltratadores son personas extraordinarias con sus amistades, compañer@s de trabajo, conocidos, etc. pero, cambian al llegar a su casa y descargan sobre su pareja, a veces hij@s, toda la frustración que llevan dentro. Si, la frustración, porque, un hombre que se encuentra a gusto consigo mismo, no maltrata, veja, insulta, amenaza, etc. a la persona que se ha unido a él por amor. Hemos comprobado en esta última semana como la Violencia de Género se ha cobrado más de 1.000 víctimas en los últimos 15 años, si hacemos balance con las víctimas de la Organización Terrorista ETA, que, en 52 años han sido 853, se cuadriplica la cifra de mujeres que han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas. No quiero con esto quitar importancia a los asesinatos perpetrados por ETA, a tod@s se nos encogía el alma cuando ETA asesinaba y más de una vez hemos llorado por la muerte de personas inocentes que morían impunemente, aún hoy no podemos perdonar. Ahora vamos a referirnos a las víctimas de Violencia de Género, tenemos que seguir escuchando a personas que dicen “por algo habrá sido” “¿Qué habrá hecho ella para que el pobre hombre se sienta tan desesperado que la ha matado?” Y muchas otras burradas que prefiero no enumerarlas. Hay otra vertiente, que también quiero dejar claro: Cuando se habla de maltrato a una mujer son muchas las personas que comentan: A esta es que le han comido el “coco” las feministas. Quiero dejar bien claro que ser feminista no significa comer el “coco” a nadie, yo soy feminista porque exijo la IGUALDAD REAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES, ni un escalón más alto para ninguno de ell@s, pero en nada: horarios y salarios, sin techos de cristal, igualdad en el hogar, en la educación de l@s hij@s, etc. No me vale la tan manida frase “Yo soy un hombre progresista, ayudo a mi mujer” con: fregar platos, ir a la compra, planchar, etc. ¡COMPRENDELO DE UNA VEZ, NO AYUDAS, TIENES LA OBLIGACIÓN DE COMPARTIR, porque tú ensucias, tu comes, tu tienes hijos y todo es compartido, o no estás cumpliendo con tus obligaciones, que son las mismas que las nuestras.