La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha estado presente en la reunión de mesa de trabajo en Ingesa Madrid para intentar “darle solución” a la incompatibilidad de las actividades mixtas que genera problemas en el sector sanitario de Ceuta.
En este sentido, han explicado que no se trata de un problema que afecta únicamente al sector médico, sino que también se extiende a todas las categorías “de estatutarios que desarrollan su labor en el Hospital Universitario de Ceuta (HUCE), los cuales se rigen por la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas”.
Han añadido que precisamente por ello es que se ha planteado una solución similar a otras Comunidades Autónomas, tomando como ejemplo a la Administración General del Estado. Desde el Sindicato han recordado que “el Gobierno mediante el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, permitió a los funcionarios de la Administración General del Estado pertenecientes a los Subgrupos A1 y A2 solicitar la reducción del importe del complemento específico correspondiente al puesto que desempeñan al objeto de adecuarlo al porcentaje al que se refiere el art. 16.4 de la ley de incompatibilidades”.
Han agregado de igual forma que esta previsión complementaba la del Acuerdo del Consejo de Ministros de 16 de diciembre de 2011, “por el que en términos similares se permitió solicitar la misma reducción a los funcionarios de la Administración General del Estado pertenecientes a los Subgrupos C1, C2 y E”.
Las decisiones que se tomen serán comunicadas a las organizaciones sindicales
Al respecto, han dejado claro también que todas las propuestas presentadas “serán analizadas por la Dirección General de Ingesa” y posteriormente se transmitirá a las organizaciones sindicales, la línea que se seguirá para la resolución del tema.
A mí como trabajador en una empresa privada, cuando firmé el contrato, una de las cláusulas me impedía compatibilizar mi trabajo con cualquier otra actividad que pudiera ser similar a la labor por la que se me contrataba, no fuera ser que emplease para fines personales, los recursos, formación y contactos a los que tenía acceso. Lo acepté, con la merma económica que eso me suponía, porque el beneficio (estabilidad profesional, horarios, etc.), me compensaba.
Parece ser que no todos los trabajadores somos iguales, hay quién quiere todos los beneficios de ser funcionario (ya me digo yo "haberte sacado una oposición") y todas las ventajas del privado. Yo si me hago dejadez de funciones, tengo la carta de despido en la mesa a los cinco minutos.