Una familia de Ceuta ha denunciado lo que consideran una “inadecuada” atención a una menor por parte de una médica de urgencias en la madrugada del pasado sábado en el centro de salud de Otero (SUAP).
Tal y como explican, aunque todo parecía ir bien, ya que atendieron a la chica rápidamente, una vez en consulta la cosa cambió.
Según cuenta la madre, después de que su hija de 15 años pasara toda la noche con vómitos, a las 6.30 horas decidió llevarla a urgencias ante el riesgo de que pudiera sufrir una deshidratación. Una vez allí, pasó de forma inmediata a consulta en donde se encontraba la médica de urgencias, contra quien se ha presentado una queja.
Allí la madre le estuvo contando a la facultativa lo que le pasaba a su hija y que ningún medicamento conseguía pararle los vómitos. Ante eso, la médica decidió que lo mejor era pinchar a la menor.
Y ahí es donde las cosas empezaron a cambiar ya que la niña tiene pánico a las agujas y se empezó a poner muy nerviosa al escuchar lo que le iban a hacer. “Yo le decía, tranquila, que no pasa nada”, relata la madre, mientras la médica tenía ya la jeringa en la mano.
La madre, ante tal estado de nerviosismo de la niña le decía a la doctora que esperase un momentito, a lo que, asegura, respondió que la niña “ya era muy grande para que le tenga miedo a las agujas”, asevera la afectada.
Por eso, intentó explicarle que únicamente está acostumbrada a que le pinche el sanitario que siempre le atiende y que hay que intentar que esté tranquila y distraerla por el miedo que tiene a las agujas.
Discusión y presencia de la Policía
Según relata la madre, a la médica le dio igual y lo único que respondió es que “yo no estoy para estos cachondeos que son las siete de la mañana”. Por eso, cogió a su hija para irse y cuando estaban saliendo la médica se refirió de nuevo a la edad de su hija y a dejar caer que a la niña lo que le pasaba es que “estaba borracha y tenía mucho cuento”.
Así empezaron una discusión a voces dado el estado de nerviosismo en el que entró la madre, que acabó diciéndole “que era una sinvergüenza por tratar así a una niña”.
Cuando ya se estaban yendo, la médica fue tras ellas para hacerle una foto al vehículo y ahí fue cuando la madre le pidió su número de identificación y “se negó porque decía que era una autoridad, que me iba a denunciar por la 4/2015 y que había llamado a la Policía Nacional”.
Y así fue, llegaron dos furgones de Policía para intentar poner orden a esa situación, aunque al ver el estado en el que se encontraba la niña mandaron a la madre al hospital con ella y fue el padre quien se quedó dando los datos que hicieran falta.
La niña estuvo ingresada con un gotero durante horas en el Hospital porque estaba prácticamente deshidratada.
Por esto, la afectada denunciará a esta médica en el juzgado por el trato a su hija ya que “nunca he visto nada igual”. Además, ya ha puesto una hoja de reclamación en el centro de salud para que nunca nadie vuelva a pasar por lo mismo.
La versión de la médica
Esta historia cuenta con una segunda versión, la de la profesional sanitaria. Una misma experiencia vista a ojos de la otra implicada, la médica, que incide en que, durante su consulta, la madre le habló en un tono desagradable y que sufrió agresiones verbales por parte de ella.
“Me dijo que, si su hija tenía que estar seis horas para ponerse una inyección, yo estaría allí ese tiempo esperando a que se decidiera, que para eso me pagan”, comenta.
La facultativa añade a este comentario otros¬ que escuchó, según su versión. “Mencionó que estamos acostumbrados a venir al trabajo a dormir porque solo sabemos hacer eso, que era una mala médica y una sinvergüenza”, señala.
El episodio surgió en el momento en el que iba a administrar la inoculación y a raíz de unas palabras de la sanitaria hacia la adolescente. La médica relata que la paciente “no paraba de moverse con miedo, gritando y llorando de un lado a otro de la consulta”.
Ante la situación, le dijo que estuviera “quieta” y que “tiene 15 años”. “Que era un pinchazo, que no le iba a pasar nada a menos que se mueva y que no eran horas para estar montando esto”, apostilla.
“A la madre le debió de sentarle muy mal lo que le comenté a su hija. Empezó a levantarme la voz y a hacer aspavientos”, narra. A partir de ese momento recibió los juicios anteriormente citados, según la sanitaria. La facultativa cuenta que desde el inicio “no me hablaba en ningún momento y siempre era la madre quien lo hacía por la niña”.
Traslado de lo sucedido como agresión a sanitario
“Le dije, en resumidas cuentas, que abandonara la consulta porque no iba a atender a nadie en esas condiciones”, detalla. La sanitaria decidió entonces llamar a la Policía para denunciar los hechos y, antes de que la mujer y la menor se fueran del centro en su vehículo, trató de hacer una fotografía para tener su matrícula con la finalidad de obtener datos para formularla, ya que, según traslada, desconocía su nombre y apellidos.
“Se bajó el coche y se dirigió hacia mí de forma agresiva. Intentó coger el móvil y me pedía que borrara inmediatamente la imagen y que le diera mis datos para presentar una denuncia”, explica. Ella en ese momento le anunció que iba a hacer lo propio también ante lo que respondió que “sí, que llamara a la policía y que me iba a enterar”.
Acto seguido, una vez que los agentes la atendieron, solicitó levantar un acta que es el canal al que se le había aconsejado acogerse durante una formación relacionada con casos de agresiones a sanitarios.
La facultativa se muestra disconforme ante el comportamiento de los policías que conversaron con ella y, según su versión de los hechos, cuando ella insistió en signar este documento le contestaron que “no iban a hacer nada de eso porque no estaban dispuestos a firmar algo que no han presenciado”. Después de rellenar el acta, pidió una copia y, de acuerdo con su historia, no se le concedió una copia física, por lo que hizo una fotografía.
La médica no solo ha presentado esta acta, también ha activado el protocolo establecido contra agresiones sanitarias para estos casos.
Los medicos estan desprotegidos y expuestos a criticas absurdas la sanidad publica esta al borde del colapso a causa de la pesima gestión de los dirigentes que dejan a los profesionales sin elementos para poder ejercer su dificil profesión, este caso es un claro ejemplo de uma adolescente que sin ninguna patologia relevante y mostrando una inmadurez terrible por una madre sobreprotectora atacan a una profesional a las 6 de la madrugada por hacer bien su trabajo ,
Doctor, hasta con faltas de ortografía. El verbo COADYUVAR se escribe con V, así que no se escribe ese pretérito perfecto como Ud. lo hace, sino así: COADYUVÓ. En medicina puede que haya tenido sobresaliente; no lo sé, pero en ortografía y redacción, ¡ CERO PATATERO !
En medicima saqué sobresaliente por que el telefono movil y la falta de respeto lo dejé en casa señora doctora... y ya que usas el tlf tanto, sabrás que existe el corrector y te corrige. Asi que te dejo con tu tlf movil. Cuidese y respetw a los pacientes que sabemos quien eres.
Será médico de Castillejo.
En castillejos no hay hospitales, entran a ceros a ustedes de gañote
Los usuarios tienen tela marinera.. poca paciencia y contestando de malas maneras a los trabajadores del centro sin respeto ninguno . Esto lo he visto en el suap y la paciente no tenia nada importante ..
Hay algunos pacientes k tela, pero hay médicos k manda cojones, yo fui por una lumbajia de espalda a las 6:30 y estaban durmiendo, como la enfermeranle dijo k fue al bajarme del camión le dijo q me dijera k fuese a la muta, espero k no sea la misma señora.
Siempre que se entra a la consulta hay que entrwgar la documentacion para ver el hc... lo de salir hacer fotos sobra, soy medico y se de lo que hablo. Disponemos de un vigilante de swguridad para estos casos. Seguramemte te habran hablafo mal estoy seguro. Pero la doctora o enfermeraseguro que coadyubó a que todo se acrecentara y se fuese de las manos... lo aseguro.
uuuffffff para ser medico que mal escribe y se expresa ...¡¡¡¡ EN LAS ANTGUAS RECETAS SE LE ENTENDIA MEJOR QUE EN ESTE COMENTARIO !!!
No, no es médico, y dudo mucho de que siquiera terminara la primaria. Y no es simplemente que escriba con una exagerada cantidad de faltas, tanto ortográficas como gramaticales, es que ni siquiera es capaz de armar una sola frase coherente y con sentido. Aparte de que ningún médico, nunca, en ningún país del mundo, firmaría con el nombre de un sindicato de enfermería. En su cabeza era espectacular...