El cementerio de Sidi Embarek, en Ceuta, ha acogido este miércoles el entierro del varón marroquí que fue rescatado por la Salvamar Atria en las proximidades de Punta Leona este pasado fin de semana. Llevaba un neumático, a modo de flotador, amarrado a su cuerpo con un hinchador para, de ser necesario, darle aire durante la travesía que terminó de la peor de las maneras, con su muerte. El fallecido portaba una pequeña bolsa con dos documentaciones, pero no se ha podido vincular con una concreta de manera oficial, por lo que ha tenido que recibir sepultura sin identificar.
Este es uno de los dos cadáveres hallados el pasado sábado con tan solo horas de diferencia. Hoy se le ha dado sepultura en la tumba 4495, justo al lado del adolescente Assad, que fue enterrado este lunes. Los restos de ambos varones descansan ahora uno al lado del otro.
La muerte de este hombre se habría producido pocas horas antes de que un buque mercante diera la voz de alerta al ver su cuerpo flotando en el mar. Se dio aviso a Emergencias, coordinándose a varias unidades y, en el caso de Ceuta, a la Salvamar Atria que que la que, finalmente, recuperó el cuerpo y lo trasladó hasta el puerto pesquero.
Se sospecha que este varón habría intentado el cruce a Ceuta junto con otro compañero más, de ahí que portara dos documentos distintos entre sus pertenencias.
En Sidi Embarek se le ha dado un entierro digno tras el traslado del cuerpo por parte de la Funeraria Al Qadar, después de la práctica de la autopsia. El laboratorio de criminalística de la Guardia Civil incluye ahora en el listado de fallecidos el de este varón. El cierre de la frontera ha influido notablemente en las muertes de mayor número de personas en su intento por dejar Marruecos y acceder a Ceuta.