Un año más, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, más conocido como el Señor de Ceuta o el Cristo de Medinaceli, y Nuestra Señora de los Dolores han estado arropados por cientos de caballas en su emotivo traslado desde la Iglesia de San Idelfonso, ubicada en la barriada del Príncipe, hasta su casa de hermandad, en las Puertas del Campo.
Esta es una de las citas más esperadas en la ciudad y que más sentimientos evoca. Y es que, el Cristo de Medinaceli es una de las imágenes a las que más fe y devoción se le tiene en Ceuta. Algo que se refleja cada año cuando el Señor de Ceuta sale a la calle.
Este sábado se ha celebrado su tradicional traslado hasta su casa de hermandad, donde los hermanos se encargarán de poner al Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores a punto para su salida procesional, que tendrá lugar el Lunes Santo.
La salida, desde la iglesia de San Idelfonso
La salida, como ya es tradicional, se ha celebrado desde la Iglesia de San Idelfonso, en la barriada del Príncipe. Allí se han congregado cientos de fieles que no querían perderse detalle de esta salida del Cristo de Medinaceli que deja imágenes tan únicas y emblemáticas como ese contraste de culturas.
Desde primera hora de la tarde, en la barriada del Príncipe se respiraba una expectación cargada de emoción. Una sensación que se incrementaba conforme cada uno se iba acercando a la iglesia de San Idelfonso, en donde el Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores esperaban en sus parihuelas la hora de la salida, listos para recorrer las calles de la ciudad acompañados por la devoción de sus fieles.
Mientras llegaba la hora de la salida, eran muchos los devotos que se congregaban en el interior de la iglesia para rezarle al Cristo de Medinaceli y hacerle ofrendas florares a Nuestra Señora de los Dolores.
Una tradición familiar
Entre estos fieles se encontraban Loli y Asunción, dos mujeres mayores que esperaban sentadas en los bancos la hora de la salida. Tal y como ellas mismas nos han contado, esto es algo a lo que “hemos venido desde pequeñas, todos los años venimos y lo acompañamos” hasta su casa de hermandad.
Sobre lo que significa para ellas el Cristo de Medinaceli aseguraban que es algo que “no podemos expresar con palabras”, notándose en ellas la emoción.
También se encontraba sentada en la iglesia de San Idelfonso, después de rezarle al Cristo, María Dolores Podadera, una señora que se ha criado en esta barriada.
Acompañar al Cristo de Medinaceli es algo que “todos los años lo hago. Me he criado aquí en el Príncipe y desde pequeña lo he sentido”. Para María Dolores “es muy importante” en su vida y siempre lo tiene presente.
Flores para la Virgen
Una de las muchas personas que estaban entregando un ramo de flores a la Virgen era la joven Megan Nohales. A ella, la devoción al Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores le viene “por arraigo familiar”.
Tal y como ha expresado, “es una devoción que se va transmitiendo inevitablemente. Todos los años venimos con nuestros padres”, viviendo esto en familia.
Además, destaca que esta imagen “es muy simbólica para Ceuta” y para todos los ceutíes.
Lágrimas de emoción
Con lágrimas en los ojos, al preguntarle qué significaba para ella el Cristo de Medinaceli, Matilde Ramírez expresaba que “para mí mucho. Es precioso, muy milagroso y muy bueno y aquí tenemos que venir todos”.
Ella viene cada año a acompañar a su Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores y “mientras pueda, yo no faltaré”, aseguró.
Preparados para la inminente salida
Cuando las agujas del reloj ya pasaban de las seis de la tarde, la iglesia de San Idelfonso se fue vaciando hasta cerrar sus puertas al público. Llegaba el momento de preparar a las imágenes del Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores para su inminente salida.
Además, unos minutos más tarde llegaron al lugar las autoridades políticas y militares, como el presidente de la Ciudad, Juan Vivas; la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez; y el comandante general, Luis Jesús Fernández Herrero, para no perderse detalle de esta salida tan llena de significado para los ceutíes.
Mientras llegaba el momento de la salida, en el entorno de la Iglesia de San Idelfonso se respiraba nerviosismo y emoción por ver a sus imágenes a la calle. Algo que ha ocurrido de forma muy puntual.
El comienzo de la salida
Un par de minutos antes de las seis y media, hora prevista, las puertas de la Iglesia de San Idelfonso se han abierto y ha comenzado a salir parte de la comitiva que acompañaría al Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores.
Así, han salido desde el interior del templo las mujeres de mantilla seguidas por nazarenos con la cruz a cuestas. Estos últimos han dejado unas imágenes muy emotivas ya que muchos de ellos iban descalzos y con la cadena atada a los pies.
También han hecho su salida las autoridades y los incensarios, antes de que llegara el turno del Cristo de Medinaceli.
El Cristo de Medinaceli, el primero en salir
El momento más emotivo ha llegado con la salida de las imágenes a hombros de sus portadores. El silencio más absoluto se hizo cuando el Cristo de Medinaceli se empezó a ver bajo las puertas del templo religioso. Portado a hombros, salió a la calle, que rompió en un fuerte aplauso cargado de fe y devoción.
Tras él hizo su salida Nuestra Señora de los Dolores, también portada a hombros y recibiendo otro caluroso aplauso una vez se encontraba en la calle.
Un recorrido por la barriada del Príncipe
Tras la salida de la Iglesia de San Idelfonso, las imágenes del Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores han recorrido las calles de la barriada arropados por decenas de fieles. Muchos de ellos descalzos y portando ramos de flores para entregárselo a las imágenes para agradecerle por todos los favores concedidos.
Imágenes únicas para el recuerdo
A su paso por las calles de esta barriada de mayoría de personas de profesión musulmana, este traslado ha dejado imágenes únicas para el recuerdo y la memoria de todos.
Una de ellas era la de musulmanes asomados a sus ventanas para ver pasar las imágenes del Cristo y la Virgen. Algo que pone de manifiesto el respeto entre las culturas y religiones que conviven en Ceuta.
También había un musulmán mostrando a través de una videollamada este momento tan único, explicando que “este es el Cristo de Medinaceli y detrás va la Virgen”. Todo ello con sumo respeto admirando el paso de las imágenes.
“Que nos ayude a todos”
El Cristo de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores ha continuado su recorrido por la barriada hasta llegar al Puente del Quemadero.
Durante todo el trayecto ha ido arropado por cientos de personas que mostraban su fe a estas imágenes.
Así se han podido escuchar frases como “mucha fe y que nos ayude a todos”, pidiendo protección al Cristo de Medinaceli para que nos proteja y nos cuide un año más.
Su paso por Sidi Embarek
El recorrido del Cristo de Medinaceli continuó dejando estampas visuales únicas. Una de ellas es la que se produce a su paso por la mezquita de Sidi Embarek.
Pasaban las siete y cuarto de la tarde cuando las imágenes del Cristo y la Virgen han pasado por este lugar tan importante para los musulmanes, su mezquita.
Esta imagen, que pone de manifiesto una vez más el contrasté de culturas en la ciudad, siempre llama la atención de todos los viandantes, que no dudan en parar un instante para fotografiar esta estampa y guardarla para el recuerdo.
El recorrido hasta su casa de hermandad
Desde ahí, las imágenes de la corporación del Lunes Santo continuaron su recorrido que terminará llegando a su casa de hermandad.
Un año más se ha puesto de manifiesto la fe que se le profesa al Cristo de Medinaceli en Ceuta, que en cada salida está arropado por cientos de personas.
CHAPO A LA ASOCIACIÓN ACUDEMIRE POR TODAS LAS CAJAS DE AGUA PARA LOS QUE PASABAN EN LA PROCESIÓN. MUCHAS GRACIAS Y EN ESPECIAL A BILAL, MUCHAS GRACIAS VECINO NUESTRO