Las secuelas de la crisis migratoria de mayo las estaremos arrastrando por un largo tiempo. Pero aunque las consecuencias desde el punto de vista social son las que más preocupan por todo lo que implican, no podemos dejar de lado lo que económicamente ha significado para la administración local la entrada masiva de inmigrantes a una ciudad que ya estaba golpeada por la pandemia.
Y es que cuando ni siquiera estábamos cerca de recuperarnos de todo lo que el coronavirus había afectado desde todo punto de vista, nos sorprendieron miles de personas que entre el 17 y 18 de mayo decidieron cruzar hacia nuestra ciudad, originando una crisis sin precedentes y cuyos efectos tardarán mucho en subsanarse.
Abundante se ha hablado sobre lo referente al componente social, pero esto no puede desligarse de lo que implica, económicamente hablando, hacerse cargo de quienes todavía permanecen en la ciudad y lo que ha costado desde que comenzó todo.
Hablando de cifras podemos destacar, por ejemplo, la inversión por parte de la Consejería de Presidencia, que destinó 1,1 millones de euros para poder adecuar varias naves de los polígonos del Tarajal para dignificar las condiciones de acogida de adultos y familias. También hay que tomar en cuenta los cerca de 1,8 millones de euros mensuales del servicio que presta la Fundación SAMU para la acogida de niños migrantes solos varones en Piniers y Santa Amelia. Asimismo, la asistencia alimentaria prestada por Luna Blanca a los indocumentados en situación de calle está por encima de los 460.000 euros y en lo que respecta a los servicios extraordinarios de limpieza relacionados con esta crisis fronteriza estamos hablando de 812.000 euros. Esto sin contar que la atención sociosanitaria que fue prestada a los migrantes irregulares en el transcursos de los tres primeros meses tras la entrada superó los 600.000 euros
Sí, ciertamente hablar de cifras pudiera parecer frío cuando estamos refiriéndonos a la realidad de miles de personas en situación de vulnerabilidad, pero también forma parte del necesario análisis que hay que seguir haciendo para encontrar salidas a esta crisis cuyas secuelas nos seguirán persiguiendo durante mucho tiempo.
A estas alturas decir que lo sucedido en mayo fue una crisis migratoria es que no nos hemos enterado, o no queremos reconocer que lo sucedido fue orquestado por las autoridades marroquíes en respuesta a la acogida en el país del líder del polisario.