En el año 2003, Ceuta quedó conmocionada tras conocerse el brutal crimen cometido contra una educadora de la entidad Mensajeros de la Paz en Zamora. Se llamaba Auxiliadora Vázquez y tenía 26 años. Murió estrangulada a manos de Abdelhuajed F.N., un joven marroquí que había formado parte de un programa piloto puesto en marcha por la Delegación del Gobierno con marroquíes acogidos en el antiguo centro de ‘
La Esperanza’. Desde Ceuta partieron 15, tras gestiones llevadas a cabo entre el que fuera delegado del Gobierno, Luis Vicente Moro, y el padre Ángel García. A la estación marítima acudieron todos los medios de comunicación de Ceuta, testigos de la salida de este primer grupo que presuponía el primer paso para gestionar una relación continuada con esta entidad. La divulgación del crimen supuso un jarro de agua fría. El cuerpo de la joven fue encontrado en la residencia donde trabajaba, víctima de un estrangulamiento. Ese mismo día, su asesino había apuñalado y robado a un taxista. A 45 años de prisión fue condenado este joven, que ahora ha vuelto a cobrar protagonismo mediático tras pedir desde la cárcel que sea expulsado a su país de origen, Marruecos, evitando así salir a los 64 años. La sustitución de esa pena por expulsión ya le fue denegada debido a los graves delitos cometidos. Ahora, en una carta dirigida a la dirección de la cárcel de Teixeiro, en La Coruña, asegura que se ha reformado y pide volver a su país. La Audiencia mantiene, no obstante, su prisión, según ha adelantado La Opinión de Zamora. El caso de este joven fue sangrante por la agresividad mostrada en sus acciones después de que la propia Administración hubiera trabajado en este programa social. A los 12 años había abandonado su país y nunca más volvió a Marruecos. Deberá cumplir la pena íntegra en España. A estos crímenes se añade otro más que llevó a cabo antes de matar a la educadora, el de un sacerdote en Salamanca por el que está penando 16 años de prisión a los que, una vez cumplidos, se sumarán los demás.