Criar un hijo en España cuesta hoy en día 672 euros al mes, casi 700 si se computan los sobrecostes aparejados a la pandemia. Según el informe que ha presentado este martes
Save The Children en Sevilla, “la factura disuade a buena parte de aquellas personas que quieren ser padres o madres pero no pueden afrontar el precio”. Ese es uno de los factores que explica el
desplome de la natalidad en todo el país (cada mujer tiene actualmente 1,19 hijos de media) y también en Ceuta, donde el índice de fecundidad ha caído desde 1975 de 3,06 a 1,52 descendientes por fémina, aún así el segundo más alto solo por detrás de
Melilla (1,7). Procrear es especialmente complicado (“un drama”) para las familias con menos recursos, como el 35% de las caballas que se encuentran en situación o riesgo de pobreza, por la dificultad para asumir las obligaciones económicas, que crecen con la edad (556 euros mensuales hasta los 3 años por pequeño; 736 por adolescente a partir de los 13): “Si analizamos el porcentaje de ingresos que los hogares deberían invertir en el cuidado de sus hijos vemos que para el 20% más pobre de las familias el coste de la crianza es inasumible”, ha advertido el experto Alexander Elu durante la presentación del estudio.
‘El coste de la crianza’ pone en la picota que España carece de
políticas de apoyo a la crianza comparables a la del resto de la
UE. “Los niños no votan, pero sufren la falta de políticas públicas”, ha alertado la oenegé en plena campaña electoral andaluza. “Las instituciones, tanto el gobierno central como las comunidades autónomas, dejan solas a las familias en la crianza: nuestro país no lo aborda como una inversión de futuro; no apuesta por el desarrollo pleno de la infancia ni ve a la familia como un factor esencial que contribuye al sistema productivo y al conjunto de la sociedad”, ha lamentado. “Criar a un hijo o hija es fuente de alegrías, pero conlleva también esfuerzo y numerosos gastos, para muchas familias inasumibles”, ha avisado la directora de Incidencia Social y Política de la organización, Catalina Perazzo. Cada vez más. En 2018 el coste de sacar adelante un hijo se elevaba, de media, a 587 euros mensuales. En cuatro años ha crecido un 14,5%, 85 euros al mes, pero algunos conceptos se han encarecido especialmente: el ocio y los juguetes un 25%, los muebles y enseres un 30% y los suministros energéticos un 53%. La pandemia también ha generado gastos adicionales (gel hidroalcohólico, test de antígenos, mascarillas, consultas psicológicas…) que se cifran, de media, en un extra de 18 euros mensuales. Las necesidades de los jóvenes cambian a medida que crecen, algo que se refleja también en el gasto familiar, que aumenta con el paso de los años de 550 a 740 euros mensuales. Para las franjas de 0 a 3 y de 4 a 6 años el mayor desembolso se va en conciliación (guarderías, 'canguros', escuela infantil... que representan un tercio y un quinto del total, respectivamente). A partir de los 7, la partida más elevada es la de alimentación seguida de los regalos y la formación desde los 13.
El sistema español de apoyo a la infancia da un gran peso, el mayor de la UE, a las deducciones fiscales que beneficia en mayor medida a las familias de renta más alta. También cuenta con un sistema de prestaciones de ayuda a la crianza muy focalizado en los menores niveles de ingreso y de escasa cuantía, pero su peso sobre el conjunto del apoyo público a la infancia, cercano a una décima parte del total, es el más bajo de toda la UE. Save the Children alerta de la insuficiente inversión pública en ciertos servicios como Educación Infantil, comedor escolar, vivienda y prestaciones clave para el desarrollo de la infancia. “Es una obligación para el Gobierno central y las autonomías ayudar a las familias, en especial las más vulnerables, para que todos los niños consigan un buen desarrollo cognitivo y social”, ha enfatizado Perazzo.
Cien euros por niño de 0 a 17 años
La investigación propone distintas medidas para facilitar a las familias la crianza e incentivar la natalidad: desde aprobar una ayuda de 100 euros mensuales de forma universal por cada niño con entre 0 y 17 años, actualizar los complementos de crianza del Ingreso Mínimo Vital que perciben unas 2.000 familias en Ceuta, gravar los productos de higiene menstrual y los pañales (44,3 euros por bebé al mes) a tipos superreducidos o directamente dejarlos sin impuestos. Además, Save the Children recomienda que las rentas autonómicas sirvan para complementar las ayudas estatales de crianza. Las comunidades autónomas también pueden explotar la vía fiscal y establecer deducciones por hijo a cargo, y son las encargadas de “proveer distintos servicios, como la educación de 0 a 3 años, que aseguran el desarrollo de la infancia”, ha concluido Perazzo. Ceuta está en el furgón de cola de España en lo que a escolarización temprana se refiere. Según el ‘Informe 2021 sobre el estado del sistema educativo’ del Consejo de Escolar del Estado, la ciudad es la región con la tasa neta de escolarización de 0 a 2 años de edad, un 18,1%, algo que posteriormente influye en los niveles de abandono y fracaso académico.