Daniel Martínez, un joven gallego que vive en Burgos, se interesó por el cráneo del dentón más grande del mundo para su disección y tras finalizarla la ha devuelto a su lugar de origen, en Ceuta.
Fue el 7 de enero de 2023 cuando el pescador Carlos Ramírez se hacía con el ejemplar de pez dentón más grande del mundo en aguas de Ceuta que posteriormente vendería al Restaurante Goichu.
Martínez se enteró de esta noticia a través del WhatsApp del club de pesca al que este residente en Burgos pertenece y decidió ponerse en contacto con el restaurante para comprobar si todavía conservaban este cráneo. Afortunadamente, así fue.
El gallego pidió al restaurante poder hacerse con este peculiar trofeo para su posterior disección, cuya respuesta por parte de Goichu fue afirmativa.
Para que el cráneo viajara desde Ceuta hasta Burgos fue necesaria “la ayuda de mucha gente” que “no se conocían de nada”.
“Tuve que liar a un carpintero para hacer una caja en la que los baches no fueran un problema porque es frágil, como si fuera papel, y con suerte llegó de una pieza”, cuenta.
En cuanto al proceso de disección, Martínez ha contado que “es similar al de los grandes mamíferos, pero hasta cierto punto. Se lleva a cabo un proceso de hervido, de macerado, el tema es que realmente no es hueso, es espina y el problema es que el proceso es muy delicado. Si te excedes se queda extremadamente frágil y si no lo haces correctamente con el tiempo se pone amarillo y se estropea”.
Martínez estuvo trabajando en la cabeza del dentón aproximadamente un año y, según este joven, “solo quedaba cumplir la promesa de devolverla a Ceuta”.
Cuando esta cabeza llegó a Burgos pesaba 4 kilos (con carne) y “en casa no había donde meterla, con suerte, en la familia teníamos una cazuela que perteneció al ejército español, que fue el único sitio en el que entró”, cuenta como curiosidad Martínez.
Además, como dato peculiar, “en esta especie que suele rondar los 4 o 10 kilos hay una parte que es muy conocida en las corvinas, que son los otolitos, que en el dentón tiene un tamaño muy pequeño, pero, en este en particular, al ser tan grande se puede sacar también una pieza de él”.
Este objeto es usado como artículo de joyería y una de ellas ha viajado también hasta Ceuta como regalo para el pescador “que aún no lo sabe”, según Martínez, aunque puede ser que desde aquí desvelemos esta bonita sorpresa.
Como hemos visto, el cráneo ha sido devuelto, siendo la pasión lo que mueve a este gallego a desplazarse hasta Ceuta para dotar al restaurante de esta obra de arte.
Martínez comenzó probando la disección de pescado en casa durante la pandemia, por lo que considera que esta pasión es “una secuela del COVID”.
Fue entonces cuando encontró los tiempos y las técnicas justas para que no se estropeara con el tiempo.
“A mí lo que me interesó del pez no es el pez en sí, pues en mi casa no pintaba nada, me ponía nervioso que no estuviera donde tiene que estar porque para mi gusto es algo único que debería estar en su sitio de origen para que la gente que pase por Ceuta conozca la riqueza de sus aguas, por lo que la parte bonita de la historia sería esta, devolverlo a donde pertenece”, relata Martínez.
Para lanzarse a esta aventura, el joven procedente de Burgos ya contaba con experiencia en disección de pescados, “de hecho, si no hubiera llevado ya dos o tres años haciéndolo con buenos resultados no lo habría hecho”, asegura.
Y de Burgos a Ceuta para exhibir este gran trabajo en el Goichu, Martínez aprovechará el viaje para conocer la ciudad y conocer gente, en palabras del gallego, “otra de las cosas que me aporta la pesca y dedicarme a esto. Muchísima gente sin conocerme de nada quiso colaborar para que esto llegara a buen puerto”.
Martínez ha querido agradecer a quien le hizo llegar el dentón, a quién lo recibió, al restaurante, al pescador, a quién le ayudó con la caja del viaje, al cámara que grabó el vídeo del montaje y “a todas esas personas que no conocía de nada, pero gracias a la historia del pez ya forman parte de un recuerdo que espero que sea para toda la vida”, concluyó este gallego apasionado por la disección de distintas especies animales.
Da gusto ver a gente que se entusiasma y hace las cosas con cariño. Solo por la satisfacción personal de hacerlo.
Enhorabuena chaval.
Ese pez tenía gigantismo.