El pasado verano disfruté del inmenso honor de asistir al reencuentro de dos personas excepcionales y miembros de las Compañías de Operaciones Especiales (COES) de “buena ley”.
Nuestro Capitán Zato, “guerrillero pionero”, mandaba la COE 82 de San Cibrao (Lugo), cuando el soldado Jerezano Antonio Gutiérrez Martínez (El Brujo), doctor en Medicina y Cirugía, se incorporó a la Unidad al mando del prestigioso Oficial de E.T.
Luciendo los primeros uniformes de camuflaje, se distinguieron por la calidad en el servicio y generar unos vínculos fraternales que han permanecido fuertemente arraigados a lo largo de cuarenta años.
Dice mucho del hoy Coronel Zato Paadín (R) , ese interés profesional y humano en formar equipos cohesionados. Sumar, multiplicar pero nunca dividir.
Por ello, gozaba y goza del cariño y afecto de superiores y subordinados. Algo realmente complicado en los tiempos que corren.
Hay que contener la emoción, cuando observas el saludo entre el capitán y el soldado. Uno, gran profesional de la Milicia; y el otro, de la Medicina. Binomio perfecto. Caballeros de los pies a la cabeza y de los que pocos quedan.
Pronto, nuestro distinguido soldado y cirujano Gutiérrez, pasará a la Reserva de manera merecida. Ambos sirvieron a España con entrega y honor, y por ello resultan un ejemplo para las nuevas generaciones que se incorporan a las FFAA.
Como “veterano” puedo finalizar con el clásico.... “A vuestras órdenes Siempre”.
Gracias de todo corazón.