La historia de Bilal Ahmed es un ejemplo de cómo la información puede sufrir alteraciones provocando daños en las personas a las que se refiere. Este joven desalojó lo que se había convertido en un vertedero para construir con sus propias manos un refugio en Ceuta para sus tres perros que, posteriormente, les fueron arrebatados por Sanidad.
Este hecho dejó a Bilal destrozado emocionalmente, pero más aun cuando recibió la noticia de que se le estaba acusando de haber abandonado a sus animales y estar relacionado con maltrato animal.
Bilal Ahmed aguardaba a Luz, que ahora se encuentra en la protectora en busca de un hogar y asegura que este animal no fue ni comprado ni abandonado.
Muy lejos de la realidad, Bilal ha contado su historia y ha mostrado su decepción y tristeza al ver todo su trabajo tirado por la borda y a sus animales lejos de él.
Así preparó su refugio
Rescató la zona de Vicedo Martínez que se había convertido en un vertedero público. Limpió todo el terreno, creó una pequeña guarida con palés y maderas, dotando de techo a la misma y adecuó una zona para el refugio de estos animales y otra habitación para guardar los piensos y correas que él mismo había comprado a pesar de no disponer de recursos económicos, para que, finalmente, Sanidad le arrebatara a sus animales por no cumplir con el plazo de vacunas.
El ceutí recogió de la calle a dos malinois abandonados por la zona y cuidaba del perro de un amigo -un malinois cruzado con husky- que tuvo que viajar a Marruecos.
Sanidad, avisada por un vecino en contra de esta acción, dio un plazo de 10 días a Bilal Ahmed para hacerse con las vacunas de los animales, pero este, enfocado en terminar el entrañable hogar dedicado a sus perros, no se dio cuenta de la finalización del mismo.
El propio Bilal colaboró con Sanidad para la subida de los perros a la furgoneta, sintiendo un profundo dolor al ver cómo el lugar que había preparado para ellos se quedaba completamente vacío.
A este vecino le encantaría poder recuperar a estos animales de poco mas de un año y diez y cinco meses de edad.
“En ningún momento estaban los perros abandonados como se ha dicho. Están en frente de mi casa. Otro sitio mejor no iban a encontrar. Les compré 18 sacos de pienso y me quedé con las correas compradas”, ha dicho con una gran tristeza Ahmed.
La respuesta de los vecinos
Cuenta el ceutí que “muchos vecinos se habían alegrado por lo que estaba haciendo, porque además de cuidar a mis animales, he limpiado toda la zona que estaba llena de basura, pero hay a quien no le ha sentado bien y ha llamado a Sanidad para denunciarme”.
Bilal acudió a la protectora para intentar recuperar a sus animales. En un principio le comentaron que no habría problema para que pudiera recuperarlos, pero, tristemente, no ha sido así al depender el caso directamente de Sanidad.
La protectora no tiene relación con la retirada de estos animales a Bilal, incluso valoraron positivamente este lugar creado especialmente para ellos. El problema recae en que, a pesar de los esfuerzos dedicados y el tiempo invertido, a Bilal se le tachó de haber abandonado a estos tres perritos sin pudor.
“Yo no he abandonado a mis perros, tampoco los he maltratado y nunca lo haría, porque soy un amante de los animales”, recalca.
Vecinos que pasaban por la zona han mostrado su apoyo a Bilal y han reiterado en varias ocasiones el gran trabajo realizado por el joven en cuanto a la limpieza del terreno y la creación de este refugio que parece una zona “chill out” donde pasar una tarde de charla.
De un hogar al abandono
Los callos en las manos y las heridas provocadas por los clavos al forjar cada pared de esta guarida no han servido de nada. La soledad se ha hecho con el lugar y solamente han quedado restos de nostalgia y correas abandonadas.
“Se los llevaron hasta con los petos, cómo iban a estar abandonados. Me siento muy decepcionado, yo pensaba que me iban a dar las gracias por protegerlos y mira…”, añade con resignación.
Además, quiere recordar que ninguna perra ha sido comprada. Bilal Ahmed se ha roto durante la entrevista con FaroTv. Ve muy difícil poder recuperar a los animales que con tanto cariño ha cuidado y siente una gran tristeza y decepción tras ver todos sus esfuerzos desvanecidos en cuestión de minutos.
“Dicen que estoy ocupando un sitio público, pero mientras todos lo usaban de vertedero nadie decía nada”, ha concluido Bilal Ahmed con lágrimas en los ojos mientras miraba a su alrededor y solo veía recuerdos que antes estaban llenos de vida.
Ahora, está valorando dedicar este refugio a los gatos callejeros, creando su propia colonia gatuna y así poder dar vida de nuevo a lo que ha levantado con tanto esfuerzo.
Cuidar a esos perros, bien. Sanear ese espacio, bien. No vacunarlos (gratis) cuando te han dado diez días de plazo (mucho plazo me parece), fatal. Sanidad ha hecho lo que tenía que hacer. Porque si uno de esos animales llega a morder a alguien, a estas alturas estaríamos culpando al ayuntamiento por no actuar.
AQUI TODO LO QUE SE HAGA BIEN PARA EL PUEBLO EL AYUNTAMIENTO SIEMPRE PONE PEGA LE TIENEN QUE DEVOLVER A SUS ANIMALE A STE CHICO
A ver, puede estar bien lo que ha hecho limpiando la zona, no lo niego, y cuidando de tres perros, pero la autora del artículo se ha montado un drama digno de cualquier novela de sobremesa que no es cierto. Lo cierto es que no puedes coger un trozo de calle y montarte una perrera, da igual que lo hayas limpiado, eso no te da derecho a apropiártelo. Si quieres tener perros los metes en tu casa como todo el mundo, y los tienes en regla, con sus vacunas y todo lo que marca la ley. Y el "vecino del barrio" seguro que del barrio precisamente no es, sus auténticos vecinos son los que le han denunciado, posiblemente hartos de decirle que mantuviera limpia la zona o de escuchar ladridos, o peor aún, con miedo de ser mordidos por perros que carecen de las más elementales vacunas. Diez días le dieron para ponerle las vacunas a los animales, que tampoco es correcto puesto que deberían habérselos retirado en un primer momento, no obstante le dieron un plazo y se lo pasó por el forro, y no me vengáis con cuentos de que "no se dió cuenta", no quiso ir y punto, si hubiese querido ir lo habría hecho al día siguiente o al otro, ha querido salirse con la suya con la táctica de tierra quemada y le ha salido mal, y como no le ha hecho gracia ahora amenaza con llenar la zona de gatos. Igual he sido demasiado asertivo, pero ha sido para compensar que la autora del artículo nos tome por imbéciles, si le gusta el melodrama que escriba novelas y deje de intentar manipular al personal, no somos crios ni imbéciles.
Tampoco puedes coger un trozo de calle y montarte una casa de 4 plantas, pero en ceuta ya sabemos lo que hay
Es surrealista cm tergiversan a su gusto. Si avandonas un animal multa y te intentan concienciar, este chaval cn buena fe les hace un hogar solo y convirtiendo un vertedero en un hogar para animales y se los quitan para tirarlos en la protectora . Lo de esta ciudad es de cuarto milenio. Policias detenidos .. tiroteos q no salen ni en las noticias a nivel nacional. Venta y trapicheos en casas de proteccion oficial.. radares escondidos para multar y no concienciar sino recaudar. Esclavios de un sistema podrido. Osea q mejor q este pobre chaval ande fumando y malviviendo y no estar entretenido haciendo el bien a animales.
Como bien dice este buen hombre, cuando era un vertedero no se preocupaban y ahora que se está haciendo un bien, dice que ocupa un espacio público. Todo mi apoyo Bilal.
La pena es que los animales lo estarán pasando mal sin su humano.
Buena labor y buena iniciativa por parte de nuestro amigo y vecino del barrio Bilal, ese descampado antes era un vertedero lleno de ratas , basura, cristales,venian toxicomanos, un foco de infeccion, Y el pobre chaval lo ha limpiado( en años no ha pasado ahi ni brigadas verdes, ni trace o servilimpce ni nadie) y ha creado un lugar bonito un huerto ,una colonia de gatos y un sitio para todo el barrio, Gracias Faro de Ceuta por compartir esta noticia
Bien por este hombre y su iniciativa pero el problema es que no nos dejan vivir, si haces esto está mal y si haces lo contrario también.