El pasado lunes 24 de octubre los trabajadores de Obimasa se concentraron en la puerta del Ayuntamiento para dar a conocer a la opinión pública la situación por la que atraviesa este colectivo que tras muchos años sin actualizar el convenio, consiguieron negociar el nuevo en el mes de mayo y estamos en noviembre sin que el presidente del Consejo de Administración convoque a este órgano para ratificarlo y que se publique en el BOCCE.
El presidente de la Ciudad recibió a una delegación y en dicha reunión se acordó que tras seis meses de espera se iba a realizar un informe jurídico para ver si había alguna cláusula del mismo que contraviniera la legislación vigente, y que de no ser así, el convenio se ratificaría en el Consejo de Administración.
Lamentablemente han transcurrido quince días y seguimos sin noticias ni del informe, ni del Consejo, ni de nada. Los trabajadores de Obimasa, a los que ya les quedaba poca, han perdido totalmente la paciencia, pues tienen la impresión, no sabemos si fundada, de que se están burlando de ellos algunos privilegiados que tienen la manga muy ancha para ellos mismos y muy estrecha para estos humildes trabajadores.
Durante los últimos días han comenzado a circular por el seno de la Empresa borradores del Convenio, modificados por no se sabe quién y negociado por vete tu a saber, con unos intereses que, desde luego, no son los de los trabajadores de Obimasa. Desde UGT Servicios Públicos ya hemos dicho y volvemos a reiterar que no vamos a permitir que se modifique ni una coma del texto negociado por los representantes legales de la empresa y los representantes legales de los trabajadores, salvo que algún jurídico de la Ciudad nos diga que tal cláusula del convenio es contraria a una ley y un artículo concreto. Ni a ellos les importan nuestras opiniones, ni a nosotros nos importan las suyas. La única valoración legal y válida es la del Área de Trabajo de la Delegación del Gobierno.
Así pues, teniendo en cuenta que han transcurrido prácticamente seis meses desde que finalizó la negociación y quince días de prórroga para hacer lo que no fueron capaces de hacer en los seis meses anteriores y dado que la paciencia de los trabajadores está más que agotada, entendemos que si el lunes 7 de noviembre no hay ninguna señal de que esto avanza, volveremos a concentrarnos diariamente hasta que el presidente Dris cumpla con su obligación de convocar el Consejo de Administración para ratificar el convenio. Dado que la justicia y la razón están de su parte, los trabajadores no van a retroceder ni un centímetro y llegarán hasta donde haga falta para que se acabe con la injusticia y con el ninguneo que sufren ya demasiado tiempo.