Lo que está pasando con la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos en las playas de Ceuta no es normal. Resulta que una competencia directa de este departamento autonómico no utiliza ningún sistema propio del siglo XXI sino más bien de comienzos del siglo XX: papel y bolígrafo. Mientras que en multitud de ciudades con playas se pusieron en marcha sistemas modernos para el control de los espacios y también de sus aforos resulta que en Ceuta todo lo hemos centrado en los trabajadores de Amgevicesa que son quienes más tomando nota en un papel de cuantos entran y cuantos salen.
Nadie da explicaciones sobre las razones de no poner en marcha el sistema operativo
Pero lo peor de esto es que no llegaron a pintar muy bonito el sistema de control de playas. Allá por mediados de mayo hubo una reunión del comité de playas en la rotonda del Palacio autonómico donde se presentó un sistema operativo que iba a funcionar y que permitiría a los ceutíes conocer el estado de aforo de las distintas zonas reconocidas como de baño para no tener que molestarse en ir si las mismas se encontraban a tope. Incluso, se comentó que se parcelarían para que hubiera un mayor control.
A los pocos días, el consejero Yamal Dris compareció ante los medios de comunicación para ‘vender’ estas modernizadas: la parcelación que ya la habían podido comprobar en otras ciudades y que tenían la maquinaria adecuada para la misma y, por otro lado, ese sistema operativo que incluso iba a funcionar como un semáforo: verde si existe posibilidad de acudir y hay aforo; naranja que significaba una ocupación media y el rojo que ya estaba llena.
Todo el control se reduce al trabajo manual de empleados de Amgecivesa
Pero nada de nada, hemos podido comprobar como este primer fin de semana de la temporada oficial de baños los ceutíes tuvieron que aguantar colas de muchos minutos a pleno sol para que los trabajadores del papel y el bolígrafo, al menos les podrían haber facilitado una tablet u otro método más moderno, les dieran paso hacia el arena, el cual, por supuesto, ni está parcelado ni nada.
Nos contaron, como una mentira más, que el arenal iba a contar con unas parcelas de nueve metros cuadrados y que entre parcela y parcela existiría un espacio de unos tres metros para que sirviera de acceso al mar y de circulación para los trabajadores de Marsave.
¿Qué ha sucedido con todo ello? Lo peor no es que no lo hayan puesto sino que ni siquiera se han molestado en dar una explicación de las razones por las cuales no contamos con nada.
Y ante la falta de esas explicaciones es libre de pensar cualqueir ciudadanos que nos han intentando vender algo que a lo mejor ni estaba previsto en su realización.