Ante nuestra petición de cese del director médico de atención especializada el INGESA nos ha contestado con una serie de argumentos que nos gustaría rebatir:
Nos acusa el Ingesa de simplificar los motivos de la fuga de especialistas. Es evidente que el único responsable de la carencia de especialistas no es el director médico, de hecho hace unas semanas analizamos las causas que entendemos que concurren en esa escasez de profesionales. Lo que sí puede ser simplificar es afirmar que se van por motivos personales. A nosotros los compañeros nos hablan de formas autoritarias, incomunicación, trato desagradable, incapacidad para contemplar propuestas, órdenes contradictorias sin soporte escrito que mantienen a los profesionales en una situación de indefensión (a pesar de haberlas pedido por escrito), desvío de responsabilidad constante hacia subordinados y superiores, contratos cortos a pesar de existir vacantes....etc. Este cúmulo de circunstancias son atribuibles a este directivo ya que están bajo su ámbito de decisión y no parece descabellado afirmar que influyen en la marcha de especialistas. Desde luego los compañeros que sí están establecidos en la ciudad describen un ambiente de crispación y malestar entre todo el colectivo. No dudamos del denodado esfuerzo que describe el Ingesa que está haciendo, dudamos de su capacidad para gestionar y ejercer la dirección médica.
Afirma la respuesta del Ingesa que el mencionado directivo se limita a llevar a cabo sus responsabilidades legales (R.D. 521/1987) sin embargo los facultativos acusan permanentes injerencias por parte del director médico.
El párrafo en el que cita una "profunda revisión de los procesos y circuitos asistenciales en cada uno de los servicios médicos..." no deja de ser un ejercicio de autoalabanza como la que está haciendo el Ingesa con el tema de la reducción de listas de espera. Este último punto no es un ejercicio de excelencia de nuestros actuales gestores, encierra de hecho una organización de la actividad que puede tener consecuencias perniciosas en un futuro. La dirección se está centrando exclusivamente en los temas con impacto en las listas de espera sacrificando el resto de la actividad clínica. Esto puede conllevar un aumento de la demora de las citas de revisión o de otros aspectos de la actividad hospitalaria. Sin obviar que los facultativos ven como se les convierte en meros pasantes de consulta cercenando gran parte de su ámbito de desarrollo profesional. Los gestores no pueden hacer magia con los mismos recursos, la única posibilidad de mejorar las listas de espera sin hundir el resto de la actividad pasa por incidir en un punto crítico como es la falta de profesionales a todos los niveles.
Afirma el Ingesa en uno de los párrafos que no puede atribuirse a la dirección actual las nefastas consecuencias de la dirección anterior. La postura del Ingesa en este argumento es curiosamente similar a la del directivo: desvío de responsabilidad. La situación de la sanidad de Ceuta es el resultado de la gestión acumulada de directivos y gobiernos de diferente sesgo político a los que responsabilizamos de tener la peor esperanza de vida del país, las peores tasas de mortalidad, las menores tasas de pruebas de detección precoz del cáncer….y todo ello con el menos número de profesionales de todo el país. Esto es el resultado de múltiples legislaturas, y posiblemente los responsables no sean siquiera los directivos locales que se han ido sucediendo sino la dejadez del gobierno consecuencia posiblemente de nuestro pequeño tamaño y nuestra lejanía del ministerio que en última instancia nos gestiona.
No queremos terminar esta nota llamando la atención sobre la afirmación que hace de que somos nosotros los que generamos un clima de crispación de entre profesionales y ciudadanía, esto nos recuerda las constantes acusaciones de crear alarma social que nos hacían en la anterior etapa socialista. Denunciar la realidad de la sanidad local no es crear alarma ni crispar. La alarma debería estar instalada de forma permanente con los datos que facilita el mismo ministerio de sanidad.