64 víctimas mortales. Cuatro en 16 días. Un nivel de contagios que asusta. Más ingresos en el hospital, cuatro de ellos ya en UCI. Son los sangrantes datos del covid, la senda de una pandemia que está haciendo mucho daño y causando demasiado dolor. La única receta es la de la prevención y en esa lucha debemos estar todos. No nos cansamos de repetirlo, pero sigue habiendo un sector de inconscientes que incurren en el no respeto a las únicas recomendaciones que tenemos. El toque de queda es a las 22:00 horas. Lo es para los responsables, porque sigue habiendo demasiados puntos en donde no se respeta. Lo mismo sucede con las aglomeraciones. Se siguen produciendo. Y ante esto las instituciones responsables publican decretos creyendo que el común de los mortales los va a respetar. No es así. Por tanto habrá que dar algún paso más para que quienes no hacen caso se vean escarmentados por una negligente actitud que nos puede pasar factura a todos. La última víctima mortal se produjo ayer. Una mujer de 96 años. Atrás quedan otros tres más en este inicio de enero que llega con malas noticias. No nos podemos permitir el lujo de cometer errores, porque de los mismos se derivan más contagios y mayor probabilidad de muertes. El virus sigue entre nosotros y sigue con una velocidad de contagio mucho mayor. En nuestras manos está el no cometer errores y el continuar en la única ruta posible: la de unir las fuerzas para que el daño sea el menor hasta que se pueda ir viendo la luz al final del túnel.